Los altos precios del gas natural han hecho que la biomasa sea económicamente viable, así como ecológicamente responsable. Aunque el gas es más cómodo en el funcionamiento diario, los avances tecnológicos y la automatización, que permite retirar las cenizas solo una vez al mes, hacen que muchas empresas y particulares se planteen el cambio de calderas de gas a biomasa, lo que no es descabellado ni raro.
¿Qué tipo de caldera es más rentable?
El coste de los biocombustibles sólidos, como los pellets, a excepción de los sacos de quince kilos y los palés, se ha mantenido al mismo tiempo por debajo del precio del gas. Esto incluye los suministrados a granel por volquete o camión cisterna y el resto de biomasas.
En los últimos años se han producido cambios en el sector de la energía, y distintas zonas de España mantienen estos nuevos estándares. Una de las grandes actualizaciones fue la puesta en marcha de una caldera de biomasa de 200 kilovatios en Cabrera de Mar (Barcelona). Esta caldera suministra calor y agua caliente a la piscina municipal y al pabellón polideportivo, y se abastece de astillas forestales. Según la ESE encargada de la instalación y gestión, Fulton, estas astillas proceden de limpiezas forestales «en los alrededores del propio municipio». Se trata, pues, de una forma rentable de gestionar los bosques catalanes.
Compromiso con el ambiente usando calderas de astillas
El Ayuntamiento de Terrassa, que recibió el premio Fomenta la Bioenergía en 2010, ha sido reconocido por su política de fomento del uso de la biomasa y de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, Terrassa llevó su compromiso aún más lejos en el marco del proyecto Boscos del Vallés, cuyo objetivo es prevenir los incendios forestales en la zona.
Para profundizar en su apuesta por la biomasa, el Consorcio Sanitario de Terrassa instaló un centro logístico de suministro de astillas para calderas. Daniel Solé, director general de LSolé, afirmó que el rendimiento de las instalaciones de combustión de biomasa de última generación puede ser comparable al de una caldera de gas moderna.
Las calderas de astillas son una alternativa favorable a las calderas de gas por varias razones, entre ellas la posibilidad de reducir los costos de funcionamiento, el uso de energías renovables, los beneficios medioambientales, así como la durabilidad y fiabilidad a largo plazo de las opciones bioenergéticas en comparación con el gas.
Además, las calderas de astillas brindan una fuente de calefacción más estable y constante, ya que los precios del gas natural están sujetos a fluctuaciones. También se han convertido en una solución más sostenible para los proveedores de energía que buscan confiar en fuentes renovables. En general, las numerosas ventajas de las calderas de astillas las convierten en una opción favorable frente a las calderas de gas, siendo una opción más económica, respetuosa con el medio ambiente y sostenible para los clientes comerciales e industriales.
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