Mientras la industria del automóvil se dirige inexorablemente al todo eléctrico, hacia un futuro en el que la combustión interna habrá quedado sustituida por motores eléctricos y energía acumulada en baterías o hidrógeno, la aviación sigue dando pasos para mostrarnos cómo procederán para reducir su huella de carbono hasta eliminarla.
La posibilidad de realizar vuelos comerciales eléctricos, sin emisiones, se antoja lejana, casi utópica con la tecnología actual. De ahí que el mundo de la aviación ya esté trabajando en dos líneas complementarias. La primera, la de los combustibles sostenibles de aviación, que irá implementándose progresivamente introduciendo proporciones cada vez mayores de combustibles sintéticos neutrales y biocombustibles en los combustibles empleados por los vuelos comerciales en la Unión Europea.
La segunda línea, captar CO2 del aire, para compensar las emisiones que necesariamente seguirán generando en las próximas décadas los vuelos comerciales. ¿Pero en qué consiste la captación de CO2 que está proponiendo la industria de la aviación?
Captar CO2 del aire para compensar emisiones
Europa va definiendo su plan de descarbonización de los vuelos comerciales. Airbus lidera un proyecto, junto con algunas de las aerolíneas más importantes, como Air Canda, Air France-KLM, easyJet, International Airlines Group (Iberia, British Airways), LATAM Airlines Group, Lufthansa Group y Virgin Atlantic – para explorar las oportunidades que ofrece la tecnología de captura de CO2 para su almacenamiento. De manera que el CO2 captado se utilice para compensar aquellas emisiones generadas por los vuelos comerciales que no se puedan evitar mediante el empleo de combustibles sostenibles de aviación.
El acuerdo supone la adquisición de Airbus de bonos de carbono equivalentes a la emisión de un total de 400.000 toneladas, que serán empleados en el período comprendido entre 2025 y 2028.
Los bonos de carbono serán emitidos por la compañía 1pointfive, especializada en la tecnología de captación de CO2 y su acumulación en reservas geológicas.
Captar y acumular CO2
En 2024 entrará en servicio la primera estación de captura de CO2 de 1pointfive en Texas, Estados Unidos, según ellos la mayor del mundo. Cuando esté a pleno rendimiento será capaz de reducir 1 millón de toneladas de CO2 del aire al año, para compensar las emisiones generadas por industrias que, como la aviación, sufragarán el proceso de captación adquiriendo sus bonos de carbono. Pero tras la captación, ¿qué se hace con el CO2 capturado del aire?
Ya hemos visto cómo el CO2 captado puede emplearse para aplicaciones muy diversas, por ejemplo, para producir combustibles sintéticos neutrales. Pero la solución escogida por 1pointfive pasa por lo que denominan como secuestro geológico, inyectar el CO2 captado de la atmósfera en reservas geológicas, concretamente en formaciones salinas, en las que se garantiza que el CO2 se contiene con seguridad para evitar su contribución al efecto invernadero cuando se encuentra en la atmósfera.