El cemento, el que se utiliza para formar hormigón y que más tarde llega a prácticamente las estructuras de cualquier edificación en todo el mundo, es uno de los principales productores de CO2 del planeta. Pero puede haber un cemento alternativo que cambie para siempre los materiales de construcción.
La contaminación del cemento
Para ser exactos, el cemento en sí mismos no es el que contamina. En todo caso es el uso que hace el ser humano del cemento el que genera una gran cantidad de CO2.
Cuando hablamos de cemento nos centramos en el denominado cemento Portland, que es el más producido en todo el mundo. Este cemento se forma a partir de caliza. La caliza es un mineral compuesto por calcio, carbono y oxígeno. Cuando se convierte a óxido de calcio, que es lo que se utiliza para la formación del cemento, el residuo es CO2. Dejando a China y Estados Unidos a un lado, el cemento es la causa de la mayor cantidad de emisiones de CO2 para el resto de países del mundo.
Descarbonizando el cemento
¿Qué es descarbonizar? Para muchas empresas que ya producen una gran cantidad de emisiones de CO2 al año, descarbonizar implica gastar una gran cantidad de dinero para compensar las emisiones en proyectos de captura de carbono.
Pero eso no es descarbonizar realmente, solo es pagar para compensar algo que, en realidad, debería reducirse. En el caso del cemento, las opciones no son muchas, debido a que la propia composición de la caliza hace que se libere el CO2 no necesario.
La única solución es encontrar un cemento alternativo. Un cemento que no requiera de caliza para ser producido. Y eso es lo que ha desarrollado una empresa llamada Sublime Systems.
Un cemento bajo en carbono
La clave de su cemento, cuya composición no es pública, reside en que no se necesita tanto carbono para producirlo. De hecho, tras solicitar auditoría externa para que se analizaran las cifras de emisiones de su proceso de fabricación, las conclusiones son claras.
Por cada tonelada de hormigón producido a base de cemento estándar se generan 922 kg de CO2. Sin embargo, por cada tonelada de hormigón producido a base de Sublime Cement se generan solo 72 kg. La diferencia es inmensa.
¿Cuesta más? Sí. Pero la compañía suiza Holcim, que es uno de los productos más grandes de cemento en todo el mundo, ha hecho una inversión en una de las fábricas de Sublime Cement precisamente para producir 600.000 toneladas de cemento con este nuevo sistema porque, como afirman, el ahorro es mayor que lo que gastsa en otras estrategias de reducción de emisiones.
Cambiando radicalmente las emisiones de CO2 de los materiales y los procesos utilizados desde la base es la única forma válida que existe de conseguir una descarbonización que tenga valor.