La Agencia Andaluza de la Energía participa en el nuevo proyecto de la Unión Europea, REC4EU, tras finalizar con éxito la iniciativa POWERTY. El objetivo de este proyecto es mejorar la gobernanza a nivel local y regional para la creación y desarrollo de comunidades energéticas. La agencia utilizará su experiencia para ayudar al desarrollo de iniciativas similares a la que anteriormente puso en marcha en el barrio sevillano de Torreblanca. El proyecto pretende crear iniciativas piloto que puedan aplicarse en otros escenarios, no solo en los considerados zonas vulnerables.
Un empujón más a la popularización de las comunidades energéticas
El proyecto, financiado por el programa Interreg Europe y de cuatro años de duración, pretende superar los cuatro principales obstáculos a la creación de comunidades energéticas: técnicos, normativos, económicos y sociales. Los socios utilizarán el aprendizaje interregional para analizar y abordar estos obstáculos, y también identificarán los aspectos clave de la política local y regional que pueden apoyar el desarrollo con éxito de tales comunidades. Los socios trabajarán para establecer un marco de gobernanza y apoyo a la creación y desarrollo de comunidades energéticas en cada región.
La Unión Europea ha reconocido que las comunidades energéticas son una solución eficaz para luchar contra la pobreza energética, e insta a sus Estados miembros a garantizar que todos los hogares, incluidos aquellos con ingresos bajos o vulnerables, tengan acceso a energías renovables. En este contexto, la Junta de Andalucía, guiada por la experiencia adquirida a través de la puesta en marcha de una comunidad energética en un entorno vulnerable, ha sido invitada a presentar el proyecto europeo Powerty en la Semana Europea de las Regiones y Ciudades, organizada por la Comisión Europea.
Comunidades energéticas: ¿por qué son tan importantes?
Las comunidades energéticas son un esfuerzo de colaboración de un grupo de personas u organizaciones para generar, compartir y consumir energía de forma sostenible y rentable. Cada vez son más populares como forma de abordar el doble reto de la sostenibilidad medioambiental y la pobreza energética. Una de las razones principales de esto es que ahorran costes. Los miembros de una comunidad energética suelen beneficiarse de costes energéticos más bajos gracias al poder de negociación colectiva y a medidas de ahorro de costes como la compra conjunta o la adquisición a granel.
Además, las comunidades energéticas brindan acceso a las energías renovables, ya que ayudan a que la energía renovable sea más accesible y asequible para los miembros, especialmente en regiones donde puede ser más difícil acceder a ella o donde las tarifas son más altas. Al mismo tiempo, estas comunidades dan a sus miembros un mayor sentido de control y propiedad sobre su suministro de energía, así como la oportunidad de convertirse en participantes activos en las decisiones relacionadas con la energía y les animan a reducir el consumo de energía y a utilizar fuentes renovables.
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