El origen del todoterreno no es lúdico, ni inicialmente divertido, sino funcional.
El origen del todoterreno es meramente funcional
A comienzos del siglo pasado, un ingeniero francés motorizaba la corte del zar Nicolás II con una preparación de un vehículo con cadenas (Wikipedia) para desplazarse por San Petersburgo incluso en las condiciones más complicadas. Como también lo haría Lenin tras la revolución y los franceses en sus colonias del Norte de África. Más tarde, y estrechamente ligados a los grandes conflictos, nacía el Jeep, que jugó un papel fundamental en ambos frentes europeos, y sus homólogos del Eje, el Kübelwagen alemán, que no era otra cosa que un Escarabajo todoterreno, y el Kurogane japonés, el germen de lo que acabaría siendo el Toyota Land Cruiser.
El mundo no ha cambiado tanto. Y seguimos necesitando vehículos todoterreno que maximicen su funcionalidad y, sobre todo, sean capaces de llegar a los terrenos más complicados e inaccesibles. Y cuando decimos terrenos complicados e inaccesibles hablamos de situaciones en las que no son suficientes ni los mejores todoterreno civiles, ni un Mercedes Clase G, ni un Land Rover Defender, ni un Jeep Wrangler.
Todoterreno y plataforma de energía sobre ruedas
Lo que ves sobre estas líneas es la idea de todoterreno de DANNAR, una compañía especializada en algo más que plataformas de todoterreno, en soluciones de energía móviles. Para ello han creado una plataforma MPS, que como todo buen todoterreno se basa en un chasis de largueros y travesaños, y hasta ahí todos los parecidos.
Sobre esta plataforma se asientan unos packs de baterías y diferentes módulos en función de la solución que se quiera resolver. Se puede disponer de un módulo para que el vehículo todoterreno sea tripulado, pero también está pensado para ser controlado remotamente, o incluso mediante sistemas autónomos con los que se pudiera prestar servicio en situaciones extremas, como catástrofes medioambientales.
Comenzaron con una plataforma móvil y baterías de BMW i3 y ahora desvelarán, en el Advanced Clean Transportation Expo de Las Vegas, (Green Car Congress) una segunda generación de esta plataforma que no solo pueda llegar a los lugares más inaccesibles, sino también proporcionar suministro energético continuo y duradero, gracias a su capacidad para trasladar en sus baterías hasta 500 kWh – comparable a las baterías de cinco Tesla – y una conexión trifásica de 480 V que permitiría suministrar energía a maquinaria industrial.