En un intento por impulsar la transición desde el motor de combustión a la electrificación, la Unión Europea ha metido la directa. Este martes ha dado forma a un acuerdo provisional que permitirá dar forma a la red de carga que tanto reclaman los coches eléctricos: dentro de tres años llegará el gran despliegue de electrolineras… y después será el turno de los combustibles alternativos.
La falta de una infraestructura de carga sólida es uno de los principales factores que frenan esa transición y una de las demandas de los propietarios de coches eléctricos. Europa ha querido solucionar esta problemática implementando, durante los próximos años, una red de puntos de carga eléctrica y de hidrógeno en todo el continente.
Ismail Ertug, el diputado del Parlamento Europeo que es también el legislador responsable de las negociaciones, ha apuntado que la nueva norma “garantizará que conducir y cargar un vehículo de nueva generación sea tan simple y conveniente como uno que depende de la gasolina. Tenemos que descarbonizar el sector del transporte, que sigue siendo responsable de una gran parte de las emisiones”.
Electrolineras… e hidrogeneras
Así las cosas, este martes, el Parlamento Europeo y los Estados miembro llegaron a un acuerdo para instalar estaciones de carga eléctrica, al menos, cada 60 kilómetros en carreteras que consideran clave: una primera fase que debería estar lista en 2026. Para los camiones los intervalos serán de 120 kilómetros y la mitad de estos puntos deberían estar listos en 2028.
En 2031, llegará el turno de las hidrogeneras: en Europa, encontraremos estaciones de reabastecimiento de hidrógeno, como mínimo, cada 200 kilómetros.
Andreas Carlson, Ministro de Transportes de Suecia, fue el encargado de anunciar la noticia, ya que su país ostenta, actualmente, la presidencia del bloque: “El acuerdo es una señal para los ciudadanos y otras partes interesadas: se instalarán infraestructuras de recarga fáciles de usar y estaciones de servicio para combustibles alternativos, como el hidrógeno, en toda la UE”.
Además de comentar este “acuerdo político provisional” entre el Consejo y el Parlamento Europeo, ha puntualizado que el objetivo es incrementar la capacidad de recarga disponible tanto en las ciudades así como en las carreteras: “Los ciudadanos ya no tendrán motivos para sentir ansiedad por encontrar estaciones de carga y reabastecimiento de combustible para su coche eléctrico o de celda de combustible”.
Fuente: Automotive News y Reuters