Europa ya ha movido ficha para poner fin a la situación que, desde principios de marzo, ha paralizado los últimos pasos necesarios para que la prohibición de 2035 sea una realidad. No está claro si la oferta que hay sobre la mesa será suficiente para ganarse el voto positivo de Alemania, pero es un primer paso… y está protagonizada por los combustibles sintéticos.
Según personas familiarizadas con las negociaciones, según informa Automotive News Europe, la Unión Europea habría planteado a Alemania el posible papel que los combustibles sintéticos desempeñarían a partir de 2035 cuando, en teoría, debería entrar en vigor la prohibición de vender vehículos nuevos de diésel y gasolina.
Cambios legislativos
La oferta cambiaría las reglas que determinan qué tipos de coches pueden circular por las carreteras en Europa: de esta manera, aquellos modelos que funcionasen, exclusivamente, con e-fuels estarían permitidos. Bruselas, eso sí, habría exigido la incorporación de tecnologías adicionales o aditivos para garantizar que los vehículos nuevos no puedan usar diésel o gasolina después de 2035, ya que los combustibles electrónicos son molecularmente idénticos a los convencionales.
La Comisión Europea, sin embargo, no ha especificado una fecha límite para presentar una propuesta sobre combustibles electrónicos y parece poco probable que se gesten nuevas reglas antes de las elecciones de la Unión Europea, previstas para el próximo año, debido al tiempo que es necesario para aprobar la regulación en Bruselas.
La reunión de esta semana
Ahora, la pregunta clave es si esta propuesta de Europa convencerá a Alemania. El país dirigido por Olaf Scholz estará presente estos días en Estrasburgo (Francia): allí se reunirá con otros países que también se oponen, en mayor o menor medida, a la prohibición de 2035.
Fue la República Checa quien, la semana pasada, convocó a los Ministros de Transporte de los Estados miembro que buscan impugnar la norma: la cita se planeó, inicialmente, para discutir la Euro 7, aunque los acontecimientos recientes han modificado la agenda de la reunión. Aparte de la República Checa, los invitados a asistir a la reunión son Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovenia, Eslovaquia y España.
A favor y en contra
Con especial atención se seguirá la presencia y participación de Alemania e Italia, los dos países que más elevado la voz en torno a este asunto. Cabe destacar que Porsche y Ferrari se encuentran entre los fabricantes que buscarían una excepción para los combustibles sintéticos: no en vano, los de Stuttgart han llevado a cabo una fuerte apuesta por la producción de los e-fuels.
Alemania e Italia deberán defender su postura a favor de esta tecnología ante aquellos que tienen ciertos recelos sobre los e-fuels. Sus críticos dudan de que sean la solución, dado que son significativamente más caros que los combustibles convencionales y, actualmente, muy escasos. Además, consideran que deberían reservarse para aquello que sea más difícil de descarbonizar y a algunas partes de la industria también les preocupa que pueda crear incertidumbre regulatoria.