Los vehículos con motor de combustión tradicional tienen un importante impacto ambiental. La quema de combustibles fósiles para propulsar estos vehículos libera gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el metano, que atrapan el calor en la atmósfera y contribuyen al cambio climático. Por otro lado, la producción de vehículos tradicionales también contribuye a la liberación de contaminantes como toxinas y partículas en el aire y el agua.
Además de la producción de vehículos tradicionales, el uso de combustibles fósiles para propulsarlos contribuye a la contaminación en las zonas urbanas. Esto tiene graves consecuencias para la salud de los habitantes de las ciudades con altos niveles de contaminación atmosférica, sobre todo para los más vulnerables, como los niños, los ancianos y las personas con afecciones respiratorias.
Los fabricantes de coches y su compromiso con el medio ambiente
Para resolver los problemas de contaminación actuales generados por los coches tradicionales, los fabricantes deben comprometerse a fabricar más coches eléctricos, ya que estos no emiten gases de efecto invernadero ni contaminantes directamente, lo que reduce su impacto en el medio ambiente.
A pesar de las ventajas de los coches eléctricos, su adopción todavía no está generalizada. Es por esta razón que los fabricantes deben invertir en el desarrollo y la producción en serie de coches eléctricos para hacerlos más asequibles y accesibles a los consumidores. También deben ofrecer incentivos para que los consumidores se pasen a los eléctricos y ampliar la infraestructura de recarga para que su uso sea más cómodo.
¿No se está dando el máximo para descarbonizar el sector transporte?
A pesar de la creciente adopción de vehículos eléctricos, la mayoría de las empresas siguen confiando en los motores de combustión convencionales. Esto pone de manifiesto la necesidad de un enfoque integral del transporte sostenible, que tenga en cuenta no solo la fase de uso final, sino también la producción, la cadena de suministro y la eliminación de los coches.
Muchos de los objetivos de descarbonización fijados por los fabricantes de automóviles no alcanzan el nivel de ambición necesario para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC. Incluso en el caso de las empresas con una puntuación elevada en los objetivos de descarbonización, sus compromisos no son suficientes para abordar la necesidad urgente de descarbonizar el sector del automóvil.
Reducir el uso de vehículos tradicionales y cambiar a coches eléctricos es una medida crucial para combatir el cambio climático. La industria automovilística tiene un importante papel que desempeñar en esta transición, y es esencial que los fabricantes se comprometan de forma significativa a producir más coches eléctricos, si es que se desea cumplir con los tan necesarios objetivos de descarbonización.
Más información: movilidadelectrica.com