Los coches eléctricos y los de pila de combustible se posicionan como las soluciones más ecológicas para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Y, aunque es cierto que lo son, hay otros combustibles que, si bien no son tan ecológicas, lo son mucho más que la gasolina y el diésel, como el GLP. Por eso mismo, muchas personas están transformando sus coches a GLP.
Cada vez más personas transforman su coche a GLP
En 2023 ha crecido un 13,9% las transformaciones de coches de combustión interna a GLP, superando las 4.000 unidades. Esto se debe a que el GLP es un combustible mucho más positivo para el medio ambiente que la gasolina o el diésel.
El GLP (gas licuado del petróleo) es un gas que pasa a estado líquido cuando se somete a bajas temperaturas y bajas presiones y que se puede utilizar como combustible. La ventaja de este combustible es que su huella de carbono es baja y emite pocos gases de efecto invernadero.
La realidad de las transformaciones a GLP
Aunque lo lógico es pensar que muchas de estas personas han hecho esta transformación para contaminar menos, la realidad es otra muy diferente. La mayoría de los usuarios han transformado sus coche a GLP para obtener la etiqueta ECO.
Como breve recordatorio, la etiqueta ECO es la segunda más eficiente de las etiquetas de la DGT, está justo por debajo de la etiqueta CERO. Esta etiqueta ofrece una serie de ventajas a los coches que la poseen. Por ejemplo, pueden estacionar en zonas SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) un máximo de dos horas, tienen un descuento del 50% en estas zonas, pueden utilizar carriles especiales como el de BUS-VAO…
Pero lo más importante de todo y probablemente lo que buscan muchos, es que pueden circular libremente incluso es los casos de restricciones por alta contaminación por las zonas de bajas emisiones sin ningún problema. En grandes ciudades como Madrid o Barcelona es bastante importante porque esta etiqueta permite poder conducir por el centro de la ciudad.
El precio también es importante
Por otro lado, hay que añadir que el GLP también es más barato, entre un 30% y un 40% más que la gasolina, por lo que es otra de las razones por las que nos podría interesar hacerle una transformación a GLP a nuestro coche.
Aunque parece que todo son ventajas, ten cuidado porque lo cierto es que no vale cualquier coche en cuanto a la etiqueta ambiental. Para obtener la etiqueta ECO el vehículo debe ser de gasolina matriculado a partir del 2006 y de diésel matriculado a partir de 2016.