Iberdrola acaba de inaugurar en Portugal una de las mayores infraestructuras de almacenamiento de energía de Europa. La gigabatería de Tâmega no es otra cosa que un complejo hidroeléctrico reversible, que además de producir energía con una potencia total instalada de 1.158 MW, es capaz de bombear el agua para aprovechar los excedentes de energía y recuperarla en aquellos momentos en los que la red eléctrica lo requiera.
Con el avance de la energía renovable y el proceso de transición energética con el que Europa quiere descarbonizar la economía, luchar contra el calentamiento global y reducir su huella de carbono, surgen grandes retos, como el de la intermitencia en la producción eólica y solar con sus centrales fotovoltaicas, dependiente de las condiciones meteorológicas, y el de conseguir un suministro energético limpio y constante.
Las plantas hidroeléctricas son una alternativa más para garantizar un suministro energético constante, como cobertura a la renovable, especialmente en un momento en el que se está tomando la decisión de prescindir de la energía nuclear.
La gigabatería hidroeléctrica de Tâmega
El proyecto hidroeléctrico Tâmega se encuentra al norte de Portugal, en el río Tâmega, un afluente del Duero, próximo a Oporto y por lo tanto a la frontera española y Galicia. Este complejo ha requerido la construcción de tres presas y tres centrales, la de Gouvães, la de Daivões y la de Alto Tâmega. Las tres centrales suman una capacidad instalada de 1.158 MW, con capacidad para producir 1.766 GWh al año.
El suministro eléctrico de este complejo hidroeléctrico es suficiente para cubrir las necesidades de todos los municipios vecinos y las ciudades de Braga y Guimarães, más de 440.000 hogares.
Pero tan interesante como su capacidad para generar de energía, su condición de reversible, con la cual puede almacenar energía suficiente como para proporcionar energía a dos millones de hogares un día entero o, lo que es lo mismo, satisfacer las necesidades de Oporto y toda su área metropolitana.
El diseño reversible de este proyecto hidroeléctrico permite almacenar agua en el embalse superior de Gouvães, con un sistema de bombeo que toma el agua de Daivões, salvando una cota de 650 metros. Esto permite emplear la energía excedente en momentos de baja demanda y alta generación, bombeando agua a la cota superior, y recuperar esa energía cuando sea necesario.
Iberdrola ha anunciado también la construcción de dos parques eólicos que estarán conectados al complejo hidroeléctrico, con una potencia instalada alrededor de los 300 MW. De esta forma, la red eléctrica gestionará el funcionamiento en generación o bombeo de las centrales hidroeléctricas de Tâmega en función del rendimiento ofrecido por los parques eólicos y el resto de sistemas de generación de la red portuguesa.