La empresa noruega Hystar planea construir una fábrica de electrolizadores de 4 GW totalmente automatizada para impulsar la cadena de suministro de hidrógeno verde y expandirse. La fábrica producirá hidrógeno verde mediante el uso de energías renovables, lo que dará lugar a un combustible limpio y alternativo para sectores difíciles de abastecer como la siderurgia y el transporte.
Hystar ya ha vendido más de un millón de euros en cargadores rápidos y ultrarrápidos durante sus primeros doce meses en el mercado. La empresa se ha asegurado el respaldo financiero de los industriales japoneses Mitsubishi y Nippon Steel Trading y tiene previsto establecer una nueva sede en Norteamérica el año que viene, con planes para una «fábrica multi-GW» en 2027.
Diferencias importantes entre la producción de hidrógeno verde y azul
El hidrógeno verde se produce a partir de agua y el uso de otras energías renovables. El proceso se llama electrólisis, y consiste en separar los átomos de hidrógeno y oxígeno de la molécula de agua. La electricidad renovable utilizada en este proceso puede ser solar, eólica, hidroeléctrica o geotérmica.
El hidrógeno verde es un combustible limpio debido a que no emite gases de efecto invernadero durante su producción, uso o almacenaje. Por otro lado tenemos el hidrógeno azul, este se produce a partir de gas natural, este se calienta a alta temperatura para separar el hidrógeno del carbono. El carbono se captura y almacena, por lo que el hidrógeno azul no emite gases de efecto invernadero durante su producción.
El hidrógeno azul aunque es una opción más barata que el hidrógeno verde debido a que el gas natural es una fuente de energía más abundante y asequible. Pero no debemos olvidar ni pasar por alto que el hidrógeno azul no es un combustible limpio, ya que el proceso de producción de gas natural sí emite gases de efecto invernadero, con lo cual no va muy de la mano con la tendencia a usar energías renovables y descarbonizar el planeta.
¿Cuál de los dos llevará la delantera los próximos años?
A medida que los costes de producción del hidrógeno verde sigan disminuyendo, es probable que se convierta en la opción más viable para una amplia gama de aplicaciones. El hidrógeno verde puede utilizarse en transporte, generación de electricidad, industria y calefacción, y tiene el potencial de descarbonizar sectores que son difíciles de electrificar.
Los costes de producción del hidrógeno verde están disminuyendo rápidamente gracias a los avances tecnológicos. En 2022, el coste de producción del hidrógeno verde era de unos 7 euros por kilogramo. Se espera que este coste se reduzca a unos 2 euros por kilogramo en 2030.
Sin embargo, el hidrógeno azul seguirá siendo una opción viable en algunos casos, como en situaciones en las que es necesario un suministro de hidrógeno inmediato y a gran escala. Por ejemplo, el hidrógeno azul podría utilizarse para abastecer a flotas de vehículos pesados, como camiones y barcos.
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