Un nuevo informe de la Comisión Europea sostiene que producir hidrógeno verde localmente será una forma más rentable de descarbonizar la industria pesada del continente de aquí a 2050, en comparación con importarlo de fuera de Europa. También destaca que fabricar hidrógeno renovable en Alemania y Bélgica no será económicamente viable a mediados de siglo, lo que indica la importancia de encontrar soluciones alternativas.
El hidrógeno verde en Europa
El informe de la Comisión Europea examina dos escenarios de descarbonización: «H2+», asume que el hidrógeno es un componente significativo en la descarbonización de la materia prima y el calor de proceso, mientras que el otro escenario, «Elec+», enfatiza el papel de la electrificación directa en la descarbonización del calor de proceso.
El análisis de la Comisión Europea sobre el impacto de la transición industrial en un sistema energético europeo neutro en emisiones de CO2 muestra que la demanda de hidrógeno es elevada tanto en el escenario «H2+» como en el «Elec+». La producción en Europa cubre toda la demanda de hidrógeno en el sistema energético óptimo, con un total de 810 GW y 915 GW de capacidad de electrólisis instalada en los escenarios «Elec+» y «H2+», respectivamente.
Además, se ha revelado que los costes marginales de la producción nacional de hidrógeno en este sistema de costes óptimos son un 10% inferiores al potencial de importación más bajo supuesto de 65/MWh de hidrógeno (aproximadamente 2,17 euros/kg), que corresponde al hidrógeno gaseoso importado por tuberías desde Oriente Medio o el norte de África.
¿El hidrógeno verde será el futuro de Europa?
Según el informe, si las fuentes de energía renovables y los electrolizadores no se despliegan de forma óptima, algunas importaciones de hidrógeno podrían formar parte de la solución óptima en términos de costes. Además, el estudio examina la capacidad de varios países europeos para producir hidrógeno ecológico al menor coste. Por otro lado, se ha constatado que los países centroeuropeos tienen una capacidad mínima o nula de producción de hidrógeno por electrólisis, a pesar de la importante demanda de hidrógeno.
La Comisión Europea también ha señalado que Francia, España, Reino Unido y Noruega están instalando importantes capacidades de electrólisis para la producción de hidrógeno verde, lo que se traduce en una mayor demanda de electricidad para la electrólisis que para las aplicaciones convencionales. Esto sugiere que estos países tienen condiciones más favorables para la producción de hidrógeno en comparación con otros países centroeuropeos, como Alemania, Bélgica y otros, que no producirán nada de hidrógeno verde en 2050 y tienen una capacidad mínima de electrólisis.
Desde el punto de vista de la optimización de costes, sería preferible producir hidrógeno en países con un alto potencial renovable y desplegar la infraestructura de transporte de hidrógeno necesaria. Esto minimizaría los costes y fomentaría la adopción generalizada del hidrógeno verde en los sistemas energéticos europeos.
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