El uso de combustibles fósiles sigue siendo una de las principales causas de emisiones de CO2, es por eso que sustituir estos combustibles por otros que sean más beneficiosos para el medioambiente es muy importante. Uno de esos sustitutos es el hidrógeno verde, el problema es que su obtención no es fácil ni barata.
El hidrógeno verde podría ser mucho más barato
Antes de nada, hay que explicar que el hidrógeno verde es el que se obtiene mediante el uso de energías renovables por electrólisis. Es decir, que para producirlo no ha sido necesario emitir CO2, como sí pasa con el hidrógeno que se extrae de combustibles fósiles.
Hasta donde sabíamos, el hidrógeno verde, aunque no contamina, es difícil de obtener y caro, actualmente se calcula que cuesta 5 dólares por kilogramo. Sin embargo, la startup israelí H2Pro podría tener la solución mediante una electrólisis sin membrana, lo que abarataría el precio del kilogramo de hidrógeno verde, ya que el coste de la construcción del sistema se reduce en un 50% menos que el de un electrolizador convencional. El objetivo es que el hidrógeno verde llegue a costar 1 dólar por kilo para 2030.
Abaratar la producción de hidrógeno verde es esencial para el medioambiente
Obtener hidrógeno verde limpio a precio bajo supone poder sustituir el hidrógeno de origen fósil y utilizar un combustible que no es perjudicial para el medio ambiente, no solo porque no emita CO2 al quemarse, si no porque tampoco se emite en su producción.
Claro, el kilo de hidrógeno gris (origen fósil) ahora mismo se encuentra entre los 0,50 y 1,70 dólares. Como vemos, mucho más barato que los 5 euros por kilo que se estima que cuesta la producción de hidrógeno verde. Y aquí es donde está el principal problema.
Supone elegir entre un combustible limpio y caro o un combustible contaminante y barato. Y, aunque a priori es mejor no seguir contaminando, las cifras siguen dificultando que adoptemos el hidrógeno verde como combustible. Pero si consiguiésemos reducir el precio y el proceso de obtención del hidrógeno verde, ya no habría excusas para olvidarnos del hidrógeno producido por combustibles fósiles.
Eliminar la membrana puede ser la clave
Es importante conocer cómo funciona un electrolizador para entender por qué la membrana es importante. La electrólisis consiste en separar los elementos del agua, por un lado el hidrógeno y por otro el oxígeno. Para conseguir esto es necesario aplicar una corriente eléctrica al agua. Esa corriente la produce una batería, básicamente, que cuenta con un ánodo, un cátodo y una membrana.
Cuando se aplica la corriente, el agua se divide en hidrógeno y oxígeno. Los protones de hidrógeno pasan a través de la membrana y así es cómo se forma el gas de hidrógeno en el lado del cátodo.
Como vemos, la membrana es importante en la producción del gas y por eso hasta ahora se suponía que era esencial y que el proceso de electrólisis no se podría hacer si ella. Sin embargo, la electrólisis sin membrana de H2Pro desmonta esta teoría ya que además de ser barata, esta forma de conseguir hidrógeno tiene una eficiencia de conversión del 95%.
En este proceso no se necesita membrana porque directamente no se mezcla el oxígeno y el hidrógeno ya que se encuentran en celdas separadas. Desde luego, si esta empresa consigue abaratar la producción de hidrógeno verde, su uso podría extenderse y así nos olvidaríamos de los combustibles fósiles.
