Si queremos frenar el cambio climático, reducir las emisiones de CO2 es algo clave. Una de las formas que todos conocemos es evitando el uso de combustibles fósiles, pasándonos a la movilidad eléctrica o utilizando energías renovables. Pero solo con esto no nos servirá, también es necesario captar CO2 para reducir las cantidades que hay en la atmósfera, pero ¿cómo?
La luz solar vuelve a salvarnos de la contaminación
Un equipo de investigación de la ETH de Zurich, ha encontrado una solución en la luz solar. Para ello, hacen pasar el aire con CO2 por un líquido alcalino que contiene fotoácidos, el dióxido de carbono que hay en el aire reacciona con estos fotoácidos y forma carbonatos.
Una vez formados los carbonatos, se irradia luz sobre el líquido y se vuelve ácido. Los carbonatos en el líquido ácido se vuelven a convertir en dióxido de carbono que burbujea en el líquido y que puede recolectarse en tanques. Cuando ya no queda dióxido de carbono en el líquido, se apaga la luz y se vuelve a repetir el proceso. Y así es cómo se consigue captar el dióxido de carbono del aire.
Una solución que no requiere mucha energía
Ahora mismo ya hay algunos métodos que permiten captar CO2 del aire, el problema es que para hacerlo posible se gasta demasiada energía y eso hace que el proceso sea caro. Es más, con los procesos actuales, solo se puede captar una pequeña cantidad de CO2 y al usar tanta energía para ellos, la captura de una tonelada puede superar los 300 dólares.
El uso de la luz solar para capturar el carbono supone el uso de mucha menos energía ya que no es necesario calentar ni refrigerar el aire, como sí necesitan otros métodos de captación. Claro está, al usar menos energía en el proceso, el precio también es mucho menor.
Además, el líquido que atrapa el dióxido de carbono y lo libera, puede pasar de alcalino a ácido y viceversa en muy poco tiempo, así, la captura y la liberación de carbono se hace de forma más rápida que en otros procesos utilizados en los que se usan sistemas de temperaturas y es necesario esperar a que el aire gane y pierda temperatura para capturar el CO2.
Un método de captación que todavía está en pañales
Hay algunas cosas que los investigadores de la ETH de Zurich han visto que todavía tienen que mejorar, por ejemplo, aumentar la estabilidad de las moléculas de fotoácidos que se encuentran en el líquido o optimizar aún más el proceso.
Es por eso que aun tendrán que pasar algunos años más para que este método de captación se comercialice y se ponga en marcha. Pero, si efectivamente consiguen capturar grandes cantidades de dióxido de carbono sin la necesidad de usar mucha energía en el proceso, sin duda será algo que nos ayudará en nuestra lucha contra el cambio climático.
Y es que, como comentábamos al principio, dejar de quemar combustibles fósiles no va a ser lo único que nos salve. Hay que eliminar los gases con efecto invernadero de la atmósfera, y ahí la captación de CO2 tiene un papel crucial.
