Seguro que todos somos conscientes de que el desarrollo y producción de un neumático requiere de procesos complejos y sofisticados, para conseguir un producto duradero, que nos ofrezca las prestaciones que exigimos como conductores y que nos aporte una seguridad. En los últimos años hemos visto proliferar, además, neumáticos que han sido diseñados para que nuestro coche consuma menos combustible, con diseños de baja resistencia a la rodadura; neumáticos específicos para vehículos eléctricos y electrificados, que además de ser eficientes gocen de una baja rumorosidad; e incluso neumáticos All Season, que nos permiten conducir sobre nieve con garantías, y sin cadenas, pero también son funcionales en verano.
Pero estoy convencido de que el lado menos conocido, y más interesante, de un fabricante de neumáticos como Michelin, reside en la cantidad de proyectos de alta tecnología en los que se han involucrado y que van más allá del neumático.
¿Cómo contribuye el mundo del neumático al desarrollo de las nuevas formas de movilidad? ¿Y en otros sectores punteros, como el de las energías limpias, o incluso la medicina?
El mundo del neumático y las nuevas formas de movilidad
Más allá de haber desarrollado su primer neumático de baja resistencia a la rodadura en 1992, Michelin está trabajando en diferentes proyectos en pos de la nueva movilidad. Uno de los más atractivos y llamativos nace de la unión de Michelin y Faurecia en Symbio, un proyecto de colaboración que ha desarrollado el MissionH24, un vehículo de carreras que ya ha rodado por los principales escenarios europeos, con el objetivo de competir en las 24 Horas de Le Mans con una propuesta tan innovadora como lo es la de emplear un sistema de pila de combustible alimentado por hidrógeno.
El MissionH24 pretende ser también el impulsor de las nuevas categorías que llegarán a la competición y, específicamente, a las 24 Horas de Le Mans con el impulso del ACO, de vehículos alimentados con hidrógeno y pila de combustible. Hugo Ureta, Director de Comunicación Corporativa Michelin España y Portugal, apuntaba que el interés de este proyecto residía en que «todo lo que aprendemos en la competición siempre nos sirve para llegar al vehículo de calle».
De hecho, Michelin ya está desarrollando y comercializando con Symbio sistemas de pila de combustible, diseñados para turismos, vehículos comerciales ligeros, y pesados, para propiciar un transporte por carretera libre de emisiones.
El desarrollo de los valles de hidrógeno
El hidrógeno abre todo un mundo de posibilidades, ya no solo para la movilidad libre de emisiones, sino también para transformar por completo el modelo energético. Con el hidrógeno, y sus particularidades, surgen también dos conceptos interesantes, el de los ecosistemas de hidrógeno, y los valles de hidrógeno, que pretenden desarrollar en un área geográfica todo un entorno en el que se investigue y desarrolle, se produzca, se transporte, se suministre, y se utilice, el hidrógeno.
Uno de los proyectos más ambiciosos en los que está presente Michelin es el del valle de hidrógeno Auvergne-Rhône-Alpes, en el que se encuentra la sede de Michelin en Clermond-Ferrand. Razón que ha llevado a Michelin a ser uno de los impulsores de este proyecto, junto con la energética francesa ENGIE, con el objetivo de desarrollar una gran infraestructura que incorporará 3 electrolizadores de gran capacidad, para producir hidrógeno; 20 estaciones de hidrógeno instaladas en 2024; y una flota de al menos 400 vehículos de pila de combustible.
Velas para el transporte marítimo
Tal vez resulte sorprendente que uno de los frentes más interesantes para reducir el impacto del transporte marítimo esté en las mismas soluciones que emplearon los grandes exploradores de los siglos XV y XVI, con navíos de vela, para recorrer los océanos y descubrir territorios inexplorados para los europeos.
Michelin y la Compagnie Maritime Nantaise se unieron en el proyecto WISAMO, para desarrollar unas velas hinchables que, ciertamente, se asemejan mucho al icónico Bibendum, la mascota y símbolo de Michelin, para crear una solución pionera que permite aprovechar los vientos para reducir las emisiones del transporte marítimo. Estas velas pueden llegar a cubrir una superficie de 100 m2 y gozan de la versatilidad que ofrece un sistema hinchable, que facilita ajustar la vela a las condiciones meteorológicas, o incluso recogerlas para pasar bajo los puentes o al llegar a puerto.
Hugo Ureta nos comentaba que «añadiendo este tipo de vela o ala podemos llegar a reducir hasta un 20% el consumo energético del barco».
Soluciones médicas de alta tecnología
Para entender hasta qué punto la experiencia del mundo del neumático, con el trabajo de materiales sofisticados, de alta tecnología, puede aplicarse a ámbitos muy diversos, qué mejor ejemplo que el de SOLESIS. Michelin no solo cerró la adquisición de SOLESIS en 2018, sino que también ha estado trabajando para aportar su experiencia y la investigación con materiales, permitiendo el desarrollo de polímeros especiales y biomateriales, para implantes médicos que, por ejemplo, pueden facilitar la regeneración de tejidos en el tratamiento de enfermedades y post-operatorios.
En definitiva, ya vemos cómo Michelin hace mucho más que diseñar y producir neumáticos. Michelin está prestando también su experiencia en encontrar, trabajar y combinar elementos, que permiten llegar a resultados diferentes, para crear componentes y productos de alta tecnología.