Actualmente hay una creciente concientización mundial sobre la necesidad de una transición hacia fuentes de energía sostenibles. Los miembros de la UE que han firmado la carta defienden con firmeza la necesidad de acelerar el desarrollo y despliegue de proyectos de energías renovables. Estos países son Austria, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, y Portugal.
Al hacer hincapié en las ventajas medioambientales y económicas de las fuentes de energía renovables, están haciendo una poderosa declaración sobre el imperativo de actuar ahora y asumir un papel de liderazgo para garantizar un futuro sostenible. El esfuerzo coordinado de estas naciones añade un impulso a las energías renovables, y proporciona una prueba más de la urgente necesidad de hacer frente a la crisis climática.
Eliminar la burocracia es la principal tarea pendiente
Cabe esperar que en los próximos años sean cada vez más los países que se pronuncien a favor de las energías renovables, impulsando así la transición desde los combustibles fósiles hacia un futuro más sostenible. El apoyo a la rápida introducción de nuevas leyes para promover las fuentes de energía renovables es un indicio del compromiso de los países miembros con la consecución de los objetivos climáticos de la UE para 2040.
Estos objetivos se quieren alcanzar para generar seguridad en las inversiones, también hay que destacar la necesidad de una planificación a largo plazo y la eliminación de barreras burocráticas al desarrollo y despliegue de proyectos de energías renovables.
Trabajando juntos para eliminar obstáculos y agilizar los procesos de concesión de permisos, los miembros de la UE esperan acelerar el despliegue de proyectos de energías renovables y sentar las bases de un futuro más sostenible. También han instado a la UE a dar prioridad a su seguridad energética y reducir su dependencia del gas ruso.
Los once países esperan que la UE refuerce su liderazgo energético
También dicen estar en contra de la sustitución de esta dependencia por otros países como China, Estados Unidos o Arabia Saudí. En su lugar, los Estados proponen una combinación de políticas científicas que refuerce la posición de liderazgo de la UE en sectores estratégicos, en este caso el energético.
Creen que este objetivo, junto con una meta global de eficiencia energética, puede fomentar la colaboración y la innovación a nivel internacional. Además, puede impulsar la inversión en tecnologías renovables, crear empleo y mejorar la seguridad energética.
Este planteamiento de estos once países pretende reforzar la seguridad energética, fomentar la innovación, atraer inversiones y crear oportunidades de empleo en un contexto donde se le está dando mucha importancia al sector energético y su futuro a medio y largo plazo para fomentar tecnologías con cero emisiones de gases de efecto invernadero.
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