La urgencia de la crisis del cambio climático ha convertido la consecución de una economía de cero emisiones en un objetivo imperante. Aunque se han dado pasos significativos para abordar este reto, aún quedan muchos obstáculos por superar. En este sentido, el equipo de Foresight de Arup, una empresa global de desarrollo sostenible, realizó un estudio para averiguar cuáles son estos retos.
Los objetivos de cero emisiones se enfrentan a retos
El planeta necesita un cambio urgente, y este se ha ido suscitando a través de los grandes objetivos que se han planteado. Sin embargo, aunque día a día somos partícipes de la creación de nuevos proyectos e iniciativas sostenibles con energías renovables para alcanzar dichas metas, aún hay tres grandes pilares que se muestran como obstáculos para la descarbonización.
1. El impacto ambiental de las cadenas de suministro
Cada vez es más evidente que los esfuerzos para mitigar el cambio climático requieren una perspectiva global de las interdependencias económicas. Mientras los países establecen sus propios objetivos y normativas climáticas, la producción y el consumo de bienes y servicios están interconectados a escala mundial. Las grandes empresas suelen anunciar objetivos de reducción de emisiones, pero también subcontratan actividades a sus cadenas de suministro que tienen un alto impacto ambiental.
El cambio climático no puede ser abordado de forma aislada por países o empresas individuales, sino que se requiere un esfuerzo colectivo para garantizar que las actividades intensivas en emisiones se eliminen o reduzcan de forma significativa y sostenible. Para lograrlo, es necesaria la coordinación y cooperación mundial entre países y empresas para alinear sus estrategias climáticas y garantizar que sus acciones sean coherentes con el objetivo mundial de limitar el aumento de la temperatura.
2. El sector de la agricultura
La agricultura y la industria son los sectores más interdependientes a nivel mundial y son responsables de casi la mitad de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La complejidad de estas cadenas de suministro y producción dificulta el seguimiento y la reducción efectiva de las emisiones, ya que a menudo traspasan las fronteras nacionales.
Por lo tanto, es necesario coordinar los esfuerzos y la cooperación entre los países y las empresas para sincronizar sus estrategias climáticas y asegurarse de que sus acciones sean coherentes con el objetivo global de limitar el aumento de la temperatura.
3. Colaboración entre países
El abordaje del cambio climático requiere un enfoque global y de colaboración que tenga en cuenta factores nacionales e internacionales. Los distintos países enfrentan retos únicos debido a sus circunstancias políticas, económicas y sociales, lo que afecta su capacidad para actuar y responder eficazmente. Es importante reconocer las interdependencias globales y cooperar internacionalmente para garantizar que los esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático se ajusten a las circunstancias y necesidades de cada país.
También se debe tener en cuenta la presión política y otros problemas que enfrentan los países. Es fundamental considerar los factores internos y externos, la complejidad del problema y promover una respuesta coordinada y colaborativa para lograr el éxito en la lucha contra el cambio climático y garantizar un futuro más sostenible y resistente para todos.
La lucha por la descarbonización
En la lucha por la descarbonización, se han identificado varias formas de conseguir superar los tres obstáculos que principalmente están atrasando la consecución de los objetivos de descarbonización. Como soluciones, se plantea invertir en materiales sostenibles y circulares. Esto implica adoptar un enfoque de biofabricación, invertir en tecnologías de energías renovables y desarrollar nuevos modelos empresariales.
Igualmente, es importante destacar el papel de los responsables políticos en la creación de un entorno propicio para esta transición. El camino hacia una economía de emisiones cero será empinado y difícil, pero que con el planteamiento y las estrategias adecuadas es posible lograrlo. Utilizando nuestros recursos con prudencia y adoptando métodos sostenibles, se espera que el objetivo de cero emisiones deje de ser un sueño para convertirse en una realidad. Nuestro planeta lo necesita.
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