Izando la bandera de la economía, la sostenibilidad y de la energía limpia han ido llegando iniciativas que han acabado afectando a sectores afianzados en nuestra sociedad. El sector del taxi se ha enfrentado a varios cambios disruptivos en los últimos años, y parece que seguirá siendo así en el futuro. De hecho, si las VTC parecían una seria amenaza, la nueva iniciativa llamada Virtual Vehicle sería directamente el fin del taxista tal y como lo conocemos.
Un taxi con conducción autónoma
Realmente la novedad no lo es tanto si tenemos en cuenta que ya sabíamos de unos cuantos coches con capacidad de conducción autónoma, así como de los planes y trabajos de casi cada fabricante de coches para desarrollar su propio sistema. Sin embargo, la meta Virtual Vehicle no se centra en ofrecer una tecnología de conducción autónoma para los propietarios de los vehículos, sino en integrar dicha tecnología en un servicio de taxi de recogida y transporte de pasajeros hasta su destino.
Con la bandera de la sostenibilidad
Según Jost Bernasch, el director general de Virtual Vehicle, para lograr una mobilidad sostenible en ciudades de gran densidad de población no vale con reducir el número de vehículos, sino que también hay que hacerlo «sin reducir la comodidad de los ciudadanos». El carsharing, el poder coger un coche disponible en nuestra calle, hace que no tengamos que tener un vehículo en propiedad para poder usar uno. Sin embargo, requiere que haya uno cerca y tener que ir a por él. En cambio, en el sistema que propone Virtual Vehicle, el coche vendría hasta nosotros, y nos llevaría a nuestro destino. El vehículo estaría haciendo constantemente su servicio, por lo que no tendríamos un montón de vehículos detenidos durante un montón de tiempo para hacer solo un recorrido diario, como ocurre con una inmensa cantidad de coches.
En realidad, es exactamente lo mismo que tenemos con los taxis de hoy, pero con la excepción de que no hay taxista. Según Virtual Vehicle, el servicio tendría un precio más asequible que el propio taxi, y al estar pilotado por inteligencia artificial, sería capaz de realizar una conducción más eficiente.
El verdadero trabajo de Virtual Vehicle reside en el sistema de conducción autónomo. Concretamente, se iniciarán pruebas la próxima semana para ver qué tal se comporta este en un entorno muy concurrido, con una buena cantidad de vehículos y peatones desplazándose de forma errática y poco previsible.
Aunque está claro que los coches con conducción autónoma sin conductor no los veremos en los próximos años todavía, es inevitable pensar que con la llegada de estos sistemas puestos de trabajo de conductor, tanto de taxi como de otro servicio de transporte, podrían verse seriamente afectados.