Imagina un mundo donde las playas no solo son lugares de descanso y diversión, sino también soluciones para el cambio climático. Y es que la playa podría convertirse en uno de los medios principales para aplicar algunas tecnologías de captura de carbono, contribuyendo de esta manera a reducir los niveles de CO2 de la atmósfera. La playa no sirve solo para combatir el estrés, así es como ya las están usando para combatir el cambio climático.
Tecnologías para capturar el carbono
Las tecnologías de captura de carbono son como aspiradoras gigantes que extraen el CO2 del aire. Pero en lugar de polvo, estas aspiradoras capturan el gas de efecto invernadero que está calentando nuestro planeta. Sin embargo, no todas las aspiradoras son iguales. Algunas son más eficientes, otras son más costosas y algunas son simplemente demasiado grandes para ser prácticas.
En este caso, la tecnología con la que se trata de capturar CO2 es con la meteorización del olivino. Y aunque pueda parecer algo complejo por su denominación, realmente es más sencillo de lo que parece.
El olivino «come» CO2 y lo convierte en roca
El olivino es un mineral que se encuentra comúnmente en las rocas ígneas y es uno de los minerales más abundantes en la Tierra, componiendo entre el 60% y el 80% del manto superior. Desde un punto de vista técnico, es un silicato de magnesio y hierro que se caracteriza por su color verde. Y esto último será bastante relevante, como veremos a continuación.
La reacción química del olivino al entrar en contacto con el aire y el agua es lo que lo hace tan relevante. Y es que cuando el olivino reacciona con el CO2 y con el agua en condiciones naturales, se forma una roca de carbonato de magnesio. De esta forma, se puede decir que este proceso encierra el CO2 del aire en rocas cuya composición química es ese dióxido de carbono, haciendo que este no esté en la atmósfera.
Cuanto mayor es el área de olivino expuesta al aire, más rápido absorbe el CO2. Por ello se tritura para poder esparcirlo en grandes superficies. La capacidad de absorción de CO2 del olivino es de una tonelada por cada tonelada de arena del mineral. Una cifra brutal.
Las playas cambiarían de color y pasarían a ser verdes
El proceso de captura de CO2 por parte del olivino de forma natural se realiza muy lentamente, pues depende del agua de lluvia. Sin embargo, se está estudiando y probando cómo acelerar el proceso. Y la playa es el mejor lugar para ello. Es un lugar donde es posible acumular una gran cantidad de arena y minerales. No solo no es un problema, sino que es lo que se espera de cualquier. Y el agua y el aire es algo que ya está presente.
La única curiosidad aquí sería que el propio color de la arena de olivino podría cambiar el color de las playas. Y es que pasaríamos a ver playas de una tonalidad más verde.
Otro factor a tener en cuenta tendría que ver con la escalabilidad de este proceso. Llenar miles de playas con arena de olivino no resulta una idea sencilla, y todavía estaría por ver qué efectos secundarios podría llegar a tener.
Hoy en día hay cuatro playas en el mundo que son lugares turísticos precisamente por ese color verde de la arena debido a que son ricas en olivino, como es el caso de la playa de Papakolea en Hawaii. No parece que vaya a ser la solución definitiva a los problemas climáticos del mundo, pero podría ser una ayuda más si la empresa que ha propuesta esta solución, Vesta Earth, encuentra la manera de escalar el proyecto a nivel global.