La contaminación por plásticos, especialmente los microplásticos derivados de los neumáticos, es un problema grave que requiere atención inmediata. Los neumáticos de los vehículos se descomponen y liberan microplásticos de caucho, lo que representa el 78% de los microplásticos en los océanos actualmente. Además, los neumáticos también contienen metales pesados como cobre, plomo y zinc, lo que los convierte en una preocupación para el medio ambiente y la salud humana.
Los microplásticos, cada vez más presentes en la mesa de debate… y en nuestros recursos
Los investigadores han identificado los neumáticos de los coches como uno de los principales responsables de la contaminación por microplásticos en el océano. Los neumáticos, que utilizan caucho sintético derivado de subproductos del petróleo, representan el 24% de su composición. A medida que los coches funcionan, estos materiales se descomponen, lo que provoca la liberación de microplásticos.
La desafortunada realidad es que nuestra dependencia de los coches ha dado lugar a la acumulación de contaminantes nocivos para el medio ambiente. El uso de neumáticos en los coches está causando acumulación de contaminantes nocivos para el medio ambiente. Uno de estos contaminantes es una sustancia química llamada 6PPD, utilizada como aditivo en los neumáticos. Esta sustancia se ha encontrado responsable de la mortandad masiva de salmones en los arroyos de la costa oeste de EE.UU. en la década de los 2000.
6PPD, la peligrosa sustancia que amenaza al medio ambiente
Las investigaciones demostraron que la exposición al ozono troposférico transforma el 6PPD en otros compuestos tóxicos para los peces. Así mismo, las tribus nativas americanas han experimentado los efectos letales del polvo de neumáticos en sus especies de salmón y han solicitado a la EPA la prohibición del uso de 6PPD.
La fabricación de neumáticos también implica el uso de más de 400 sustancias químicas, muchas de las cuales son cancerígenas y dañinas para el medio ambiente. El problema del polvo de neumáticos es generalizado y requiere atención inmediata. Se necesita investigar la seguridad y el impacto medioambiental de los productos químicos utilizados en los neumáticos. Mientras tanto, el riesgo de daños ambientales y para los organismos vivos seguirá siendo una preocupación.
El problema de contaminación por neumáticos se extiende
A pesar de la cantidad de neumáticos fabricados al año, se suele pasar por alto el impacto medioambiental que estos tienen. Según Emissions Analytics, los cuatro neumáticos de un coche emiten 1 billón de partículas ultrafinas por cada kilómetro recorrido, lo que podría tener consecuencias graves para la salud. De hecho, algunos estudios sugieren que la contaminación por polvo de neumáticos puede ser igual de dañina que las emisiones del tubo de escape.
El Imperial College de Londres ha afirmado que reducir la liberación de partículas provenientes del desgaste de los neumáticos es tan importante como reducir las emisiones del tubo de escape. Esto supone un gran desafío tanto para los gobiernos como para las industrias, dado el uso generalizado de vehículos en el mundo. Para reducir los efectos nocivos del desgaste de los neumáticos en el futuro, podrían ser necesarias regulaciones más estrictas y la investigación y desarrollo de materiales de neumáticos respetuosos con el medio ambiente.
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