Se está construyendo una gran central hidroeléctrica con hidrotornillos en Asturias, España. La instalación está situada en la presa de La Florida, en Pilotuerto, y se espera que se convierta en una de las mayores del mundo en su género. Contará con dos hidrotornillos de 19 metros de longitud y casi 4 metros de diámetro en serie y se espera que entre en funcionamiento este otoño.
La tecnología de hidrotornillos llega a España
El nuevo proyecto hidroeléctrico pretende contribuir a impulsar la generación de energía 100% renovable en la región. Los hidrotornillos, también conocidos como tornillos de Arquímedes, son un tipo de central hidroeléctrica que se basa en la fuerza de rotación creada por el movimiento del agua a lo largo de su longitud para hacer girar un alternador.
Los hidrotornillos se instalan directamente en la superficie del agua con una inclinación determinada. Giran a baja velocidad sobre su propio eje, aprovechando la fuerza natural del agua para generar electricidad. Están construidos con acero al carbono y pesan casi 100 toneladas en total; tanto como 70 coches.
La central hidroeléctrica de Pilotuerto está dotada de 700 kW de potencia y se espera que genere una cantidad de electricidad equivalente al consumo energético anual de 1.000 hogares y utilizará un caudal máximo de 9.000 litros por segundo del río Narcea, que procede del embalse de Pilotuerto. La construcción de la presa sigue su curso, siendo objetivo prioritario el montaje de los dos hidrotornillos, que llegarán en breve.
Proyecto en construcción
El proyecto está siendo ejecutado por la empresa asturiana Sinfín Energy y los hidrotornillos han sido fabricados por la empresa belga Vanezande. Durante el proceso de transporte, los tornillos se embarcarán primero por mar hasta Santander y luego se transportarán a su destino por tierra, atravesando zonas como el túnel de La Barca, donde será necesaria una maniobra especial.
La tecnología de hidrotornillos utilizada para la central de Pilotuerto presenta numerosas ventajas, como la facilidad de instalación, al no requerir el desvío de agua de los ríos ni la construcción de nuevas presas o embalses. Además, se considera «respetuosa con los peces» y permite el paso de los peces sin dañarlos; se está construyendo una escala de peces en la central para facilitar aún más su paso. EDP invirtió unos 3 millones de euros en el proyecto, recibiendo una subvención de 355.000 euros de los fondos europeos Feder para proyectos innovadores de energías renovables, gestionados por el Ministerio de Ecología (MITECO).
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