Tal y como venimos adelantando desde hace tiempo, la Unión Europea está decidida a prohibir las ventas de coches diésel y gasolina y, en general, de cualquier vehículo que disponga de motor de combustión interna, lo cual aplica también a híbridos e híbridos enchufables, en 2035.
El último capítulo de este proyecto, que no solo culminará con una regulación que prohibirá las ventas de coches diésel y gasolina, sino que también implantará unos objetivos de reducción de emisiones de CO2 intermedios que, de facto, prohibirán la combustión interna mucho antes y llevarán a muchos fabricantes a introducir un catálogo de productos única y exclusivamente eléctrico mucho antes, se producía hace tan solo unos días. El Parlamento Europeo daba luz verde a esta medida, con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones. De manera que el siguiente paso será su aprobación formal por parte del Consejo Europeo.
Ahora bien, ¿qué sucederá con las motos?
Prohibición de turismos diésel y gasolina sí, motos no
La prohibición de las ventas de diésel y gasolina en 2035 se introduce con una propuesta de regulación de la Unión Europea que afecta única y exclusivamente a vehículos de turismo – automóviles – y vehículos comerciales ligeros. Esta normativa, que fue votada hace unos días en el Parlamento Europeo, no afectará, por lo tanto, a las motos.
La Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR) apuntaba precisamente estos días a este hecho, recordando que podrán seguir comercializándose motocicletas con motor de gasolina más allá de 2035.
La Unión Europea no habría valorado aún introducir una regulación tan estricta como la de los turismos que pudiera afectar a motocicletas, ciclomotores, triciclos, cuadriciclos ligeros – quads y microcoches – con motor de combustión interna. Según ANESDOR por entender «que la contribución de este sector a las emisiones contaminantes totales del tráfico rodado no es relevante».
La transición eléctrica de las motos ya ha comenzado
En cualquier caso, las motocicletas sí que estarán sujetas a las restricciones al tráfico que ya han comenzado a imponerse empleando el instrumento de las etiquetas medioambientales y bajo las condiciones específicas que se regulan en cada una de las Zonas de Bajas Emisiones que han comenzado a introducirse en las urbes españolas.
ANESDOR apuntaba a otro hecho interesante. A pesar de que la normativa no vaya a ser tan estricta, en lo que concierne a la transición hacia el vehículo eléctrico, para las motocicletas, que sí están sujetas a normativas de emisiones (actualmente la Euro V, que es diferente a la que aplica a turismos, y que está en vigor desde 2021), la penetración del vehículo eléctrico en el sector de las motocicletas es muy superior a la que está experimentando el coche eléctrico. Las motocicletas eléctricas habrían supuesto ya un 8,5% de las matriculaciones totales de motocicletas el año pasado.
Un dato que contrasta con el de los turismos. En 2022 solo un 3,76% de los coches vendidos en España eran eléctricos y la cuota de los turismos vendidos con etiqueta Cero Emisiones, que ya incluye también a los híbridos enchufables, fue del 9,63%, según los datos de matriculaciones de la Dirección General de Tráfico publicados por ANFAC.