El proyecto FCH2RAIL, del cual ya hemos hablado en Diariomotor, ha empezado su fase de pruebas en Aragón. Esta locomotora de nueva generación es, sin lugar a duda, una de las grandes esperanzas ecológicas para los recorridos que, hoy en día, todavía realizan los trenes movidos mediante gasóleo.
Se trata de un gran vehículo que está propulsado por un sistema híbrido de pila de combustible, con la particularidad de que ha sido desarrollado por Toyota. Es decir, el tren en cuestión puede moverse con la electricidad de la catenaria, en los tramos donde está disponible, o con la que se crea mediante la electrólisis del hidrógeno y que se almacena en unas baterías, en el resto de casos.
Conocido por las siglas de Fuel Cell Hybrid Power Pack for Rail Applications, la máquina, que probablemente revolucionará la movilidad sostenible en lugares con una orografía compleja, ha iniciado este mes sus ensayos en la red ferroviaria española. En concreto, esta serie de exámenes y validaciones se están llevando a cabo en una línea que une la ciudad de Zaragoza con la estación de Canfranc, recientemente reformada y sita en los Pirineos.
Una apuesta por la independencia energética en regiones apartadas o con relieves muy hostiles
La principal ventaja de los trenes de hidrógeno como el citado FCH2RAIL es que pueden prescindir de infraestructuras altamente electrificadas, pues son capaces de impulsarse por sí mismos gracias a su tecnología, la cual ya hemos visto, aunque de una forma casi incipiente, en la industria de la automoción.
Aquí, en el sector ferroviario, la pila de hidrógeno tiene mucho más sentido, pues existe un mayor espacio para ubicar los sistemas sin que esto afecte a la habitabilidad del vehículo: los vagones pueden seguir siendo espaciosos sin necesidad de emplear muchos recursos en la optimización de los depósitos de H2 o de los acumuladores energéticos.
Los ensayos a gran altitud y con fuertes pendientes en el pirineo aragonés, que están teniendo éxito, reflejan la viabilidad de una idea que pone de relieve el potencial del hidrógeno y de la propulsión bimodal en entornos donde, hace poco, era impensable sustituir los motores diésel. Ahora, con base en este conjunto de comprobaciones, se pueden volver a garantizar trayectos seguros e independientes de la electricidad, pero con menos emisiones.
Los resultados de las verificaciones técnicas del FCH2RAIL en un recorrido tan exigente como el de Zaragoza-Canfranc y en diferentes condiciones de demanda energética y climatológicas, arronjan datos positivos para multitud de simulaciones de servicios comerciales, lo cual es todo un hito a escala global. Las partes involucradas en el proyecto financiado por Europa, como las nacionales CAF, ADIF, RENFE y CNH, podrían llevar este producto alternativo a distintos puntos de la Península de cara al año 2024, Madrid y Galicia a la cabeza.