La IEA (Agencia Internacional de la Energía) ha emitido su veredicto: La venta de bombas de calor aumentó en un 11% a nivel mundial durante 2022. Este es un hecho que no se puede ignorar, ya que es una muestra explícita de cómo las personas están realizando un cambio positivo en su estilo de vida, eligiendo cada vez más el uso de energías limpias.
Las bombas de calor arrasan en ventas
El 2022 ha sido el segundo año que ha visto un crecimiento de dos dígitos en cuanto a porcentajes en ventas de bombas de calor. Varios factores han jugado un papel importante en esto, como por ejemplo, los precios tan elevados del gas natural. Además, se ha venido realizando un esfuerzo incansable por reducir el impacto ambiental que producen los gases de efecto invernadero. Afortunadamente, la población ha comenzado a responder de manera positiva a estos hechos, lo cual es, finalmente, un paso muy importante.
Se estima que 100 millones de hogares en todo el mundo utilizan bombas de calor actualmente, siendo China el país con más venta de estas máquinas. Otra gran parte del mercado se encuentra en Europa, destacando a países como Italia, Francia y Alemania como los mayores usuarios de la región. En el occidente tenemos a Estados Unidos, país que sorprendió al ver cómo las bombas de calor superaron por mucho a la calefacción por gas el año pasado.
La opción eléctrica antes que los combustibles fósiles
Si nos enfocamos únicamente en Europa, las ventas de bombas de calor aumentó en una excelente cifra del 40%, mostrando la gran receptividad de la población hacia estas, dejando de lado el uso del gas.
Cada vez es más evidente cómo el mundo cambia y nosotros con él. Este no es para nada un hecho aislado, sino, por el contrario, una muestra de la concientización de las personas sobre el daño producido por los combustibles fósiles; un respiro de aire fresco para aquellos que han estado luchando durante años para incentivar estas políticas.
La calefacción más eficiente que conocemos ahora mismo
Las bombas de calor funcionan tanto para el invierno como para el verano, así que no te dejes engañar por su nombre.
Durante el invierno, el proceso es tal como lo imaginas: Recibe calor desde el exterior y lo distribuye posteriormente a los interiores del espacio donde se encuentra. Por el contrario, durante el verano, funciona como un tipo de extractor; captando el calor de espacios interiores y llevándolo al exterior, para así refrigerarlos.
El problema es cómo generamos esa electricidad
Las bombas de calor suponen una ventaja sobre el uso de combustibles, ya que utilizan diversas fuentes externas para la transformación de calor. Claro que para esto se necesita electricidad. Sin embargo, seguimos viendo que una bomba de calor es capaz de reducir hasta el 70% de uso de energía, si la comparamos con los sistemas tradicionales de calefacción.
Entonces, es aquí donde debemos plantearnos la pregunta: ¿Qué es mejor? Considerando que hasta la fecha, es imposible encontrar un sistema de calefacción artificial que sea 100% limpio, ya que todos requieren de diferentes fuentes de energía. Sin embargo, el mundo ha dado un anuncio claro: Las bombas de calor ganan cada vez más terreno en todo el planeta y las ventas lo confirman.