Los avances en baterías de iones de litio han dado pie a todo tipo de accesorios que nos facilitan la vida. Las baterías portátiles o power banks nos ayudan a mantener cargados nuestros dispositivos móviles cuando estamos de viaje, en movimiento, o lejos de enchufes. Aplicando el principio tras los power banks, han nacido los arrancadores portátiles de baterías, capaces de arrancar un coche con la batería descargada. En este artículo te contamos por qué son un accesorio que te interesa tener, y qué tener en cuenta a la hora de elegir comprarlo.
Cómo funciona un arrancador portátil
Un arrancador portátil no deja de ser una batería portátil, pero con ciertas modificaciones. En primer lugar, suelen ser baterías de alta capacidad, normalmente por encima de los 10.000 mAh. Estas baterías pueden ser voluminosas y suelen tener tanto un indicador de carga como accesorios del tipo linterna LED o brújula. La principal diferencia con un power bank convencional es un conector especial al que se conectan dos pinzas para batería de coche. Son pinzas normalmente más pequeñas y sencillas que las usadas a la hora de comunicar las baterías de dos coches.
Estas pinzas se conectan a la batería y toma de tierra de un coche con la batería descargada y nos permiten arrancarlo si su batería está descargada, tiene poca carga o está débil. Sí, una sencilla batería portátil tiene suficiente intensidad de salida para arrancar un coche, e incluso un motor pequeño de camión. En este artículo te hemos enseñado a arrancar un coche con la batería descargada usando un arrancador portátil de nivel usuario, cuyo precio puede rondar una horquilla comprendida entre los 30 y los 100 euros. De eso hablaremos más tarde.
Existen arrancadores portátiles de uso profesional, cuyo principio de funcionamiento es idéntico, pero emplean baterías con mayor capacidad e intensidad de corriente, capaces de arrancar motores industriales y de asistir a varios vehículos sin descargarse al completo.
Cuatro motivos por los que te interesa tener un arrancador portátil
1) No necesitarás otro vehículo ni asistencia externa. Con un arrancador portátil no necesitarás que otro coche se conecte a tu coche con las pinzas, no tendrás que llamar a la asistencia en carretera de tu seguro, y no necesitarás que nadie empuje tu coche. En definitiva, podrás salir tu solo, y con facilidad, de una situación inconveniente. En según qué circunstancias, esto es impagable – pensad en vuestra propia experiencia.
2) Son una fantástica red de seguridad. Especialmente si tenemos un coche clásico o un coche propenso a descargar su batería. Los coches clásicos pueden tener derivaciones en su sistema eléctrico, y es más fácil que nos dejemos alguna luz o consumidor encendidos. Es sencillo quedarse tirado con un clásico por falta de batería, pero también es sencillo si no hemos usado nuestro coche moderno en un tiempo – circunstancia común durante el estado de alarma por coronavirus. De hecho, un coche moderno consume energía aún estando teóricamente apagado.
Y no poca, todos sus sistemas electrónicos están en standby y su correcto funcionamiento a la hora de arrancar depende de la buena carga de la batería.
3) Son sencillos, pequeños y asequibles. Las baterías portátiles no son tan pequeñas como un teléfono, pero suelen venir en un estuche compacto, que podemos llevar en cualquier sitio. Son relativamente ligeras – en función de su capacidad – y puedes comprar arrancadores portátiles de excelente rendimiento por precios en el entorno de los 50 euros.
4) Son más seguros. Son más seguros que usar otro coche y pinzas. Cuentan con reguladores de voltaje integrados y sistemas de seguridad que solo dejan pasar corriente cuando las pinzas están correctamente conectadas. Evitarán posibles sobrecargas del sistema eléctrico de tu coche, que se pueden producir al conectar otro vehículo a tu batería, algo especialmente importante en coches modernos, cargados de electrónica y de componentes delicados.
5) Son un power bank, al fin y al cabo. Te permitirán recargar tus dispositivos móviles, gracias a sus varios puertos USB y alta capacidad. También son ideales para llevártelos de viaje y mantener tu teléfono bien cargado.
Cómo elegir un buen arrancador portátil
En primer lugar, recomendamos elegir un modelo que tenga una capacidad igual o superior a los 10.000 mAh. Es necesario si tenemos que recurrir más de una vez a sus servicios. Los modelos de baja capacidad pueden perder efectividad tras el primer uso, especialmente si la batería del coche está muy descargada. En segundo lugar, es importante que tenga una intensidad de corriente elevada, especialmente si el motor del coche que vamos a arrancar es grande. No es lo mismo arrancar un Renault 5 clásico que un Ford Mustang con motor de ocho cilindros.
Por último, fíjate en las características adicionales. Por ejemplo, el número de puertos USB, si tiene linterna, si cuenta con una salida de corriente de 12 voltios, etcétera. En nuestra opinión, uno de los modelos más recomendables es el Suaoki U8, con 12.000 mAh de capacidad, resistente al agua, con linterna LED y salidas de corriente USB compatibles con protocolos Quickcharge. Lo puedes adquirir por 69,99 euros en este enlace.