Cada vez son más los lectores que nos solicitan información acerca de coches eléctricos, que se interesan por los próximos lanzamientos y que valoran el coche eléctrico como una opción de compra para su próximo coche. Ahora bien, ¿por qué no pensar en un coche eléctrico de segunda mano como compra inteligente? Es evidente que el precio es uno de los handicap de los coches eléctricos, que parcialmente se solventa con la segunda mano, si bien es cierto su precio sigue siendo elevado en comparación con el de las alternativas diésel, gasolina, o incluso híbridos y bifuel.
La compra inteligente de un coche eléctrico de segunda mano
Por ejemplo, si miramos ofertas de un eléctrico como el Nissan Leaf de segunda mano, podemos encontrar seminuevos con muy pocos kilómetros, y de la última generación, por algo más de 30.000 euros. Si nos vamos a coches más antiguos, de la anterior generación, y con decenas de miles de kilómetros, ya podemos encontrar ofertas por debajo de los 20.000 euros.
Ahora bien, el primer condicionante que hemos de tener en cuenta a la hora de adquirir un coche eléctrico de segunda mano, sobre todo en los más antiguos, es el de la autonomía. En los últimos años hemos asistido a una evolución de los coches eléctricos de nueva generación, que equipan baterías con mayor capacidad y que, por lo tanto, son capaces de ofrecer una mayor autonomía por carga completa.
El Nissan Leaf y el Renault Zoe son dos de los coches eléctricos más interesantes en el mercado de ocasión, con una oferta nutrida, con muchas opciones y adecuados para todos los presupuestos en función de su kilometraje, e incluso la opción de batería en propiedad, y de alquiler.
La batería en los coches eléctricos de segunda mano
A la hora de adquirir un coche eléctrico de segunda mano hemos de tener en cuenta factores tan importantes como la salud de la batería. Recopilar toda la información posible acerca del mantenimiento del vehículo, o informes de la marca que avalen el estado de la batería, es importante para asegurarnos la durabilidad del coche que vamos a comprar. Hemos de tener en cuenta que muchos fabricantes ofrecen periodos de garantía muy altos para sus baterías, en muchos casos incluso superiores a los diez años. Renault, por ejemplo, ofrece una garantía para las baterías del Zoe que asegura que en 8 años o 160.000 kilómetros la batería debe tener una capacidad superior al 66% original.
Por otro lado, fabricantes como Renault, ofrecen la propiedad de las baterías, o su alquiler. Si adquirimos un coche eléctrico con batería alquilada podremos conseguir un precio aún más bajo en la venta, y la garantía adicional que ofrece el hecho de pagar un alquiler por la batería, pero también hemos de asumir el pago de una cuota mensual. El precio de alquiler de baterías en el Renault Zoe ZE40 parte de los 69 euros al mes, para un kilometraje inferior a 7.500 kilómetros al año.
También hemos de tener en cuenta que los coches eléctricos gozan de otras ventajas, especialmente para un coche de segunda mano, como la durabilidad de su motor frente a un motor de combustión interna, y de componentes que, por lo general, suelen alargar su vida útil en un eléctrico, como los frenos. En un eléctrico es más importante, si cabe, que nos informemos de posibles fallos recurrentes, y busquemos datos y experiencias en foros de propietarios.
La desventaja del coche eléctrico de segunda mano es que en los próximos años llegarán eléctricos más avanzados, y con más autonomía, como el Peugeot e-208, que acaba de llegar a los concesionarios.
Es evidente que al adquirir un coche eléctrico de segunda mano el ahorro se maximiza, frente a un coche con motor de combustión interna, por el precio de compra, y su bajo coste por kilómetro, pero también que deberíamos asumir otros costes, como el de instalar un punto de recarga en el garaje y un sistema de carga que nos ofrezca la carga más rápida que técnicamente sea posible para el coche eléctrico que vamos a comprar.