Contenido
En el momento de comprar un coche de segunda mano o de vender tu actual coche son muchas las dudas que pueden asaltarte, entre ellas cómo efectuar el cambio de nombre o quién es el responsable de abonar el impuesto de circulación de ese año, el nuevo propietario o el anterior. Así pues, de forma resumida podemos decirte que se trata de una simple cuestión de fechas, pues el responsable de pagar el impuesto de circulación del año en curso es el titular del vehículo al inicio del mismo.
¿Quién debe pagar el impuesto de circulación en la compra-venta de un coche?
Para responder a la pregunta de quién es el responsable de abonar el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (ITVM) o comúnmente conocido impuesto de circulación, es necesario acudir al Artículo 96 de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales en el que se establece un período impositivo que coincide con el año natural y se explica que el impuesto se devenga el primer día del período impositivo.
¿En qué se traduce lo anterior? Pues que el importe del impuesto de circulación corresponde a un año completo y que dicho gravamen viene a nombre del titular el vehículo al inicio de ese año. Dicho de otra forma, quien sea el propietario el día 1 de enero deberá pagar el impuesto de ese año.
Todo ello explica que en alguna ocasión hayas vendido tu actual coche en los primeros meses del año y que en mayo llegue a tu casa el recibo correspondiente o veas el cargo en tu cuenta corriente. En el extremo opuesto, si haces esa compra el día 2 de enero te habrás llevado un “año gratis” de impuesto de circulación.
Asimismo, en caso de comprar un coche de segunda mano es muy recomendable que pidas al vendedor del mismo el comprobante de haberlo abonado, aunque no es estrictamente necesario que lleves ese justificante encima.
¿Cuánto cuesta el impuesto de circulación y de qué factores depende?
En cuanto al importe del impuesto de matriculación, decir que depende principalmente de dos factores: la localidad donde esté registrado el vehículo a fecha de 1 de enero y la potencia fiscal del mismo.
Comenzando por la potencia fiscal, es una magnitud medida en caballos fiscales (CVF) que depende de la cilindrada y el número de cilindros del propulsor, de forma que se establecen varios tramos impositivos en la legislación en función de la misma – Artículo 95 -, los cuales van desde los de menos de 8 CVF (12,63 € de base) hasta los más de 20 CVF (más 112,00 € de base).
Sin embargo, la recaudación del impuesto de circulación depende de cada ayuntamiento, los cuales pueden modificar esos importes base en unos márgenes que van desde el 25 % hasta el 200 %, siendo este el motivo por el que aparecen los llamados paraísos fiscales para coches.
¿Y qué sucede con la llamada transferencia?
Pero eso no es todo, pues existe otro gran impuesto que debe pagarse al comprar un coche de segunda mano. No estamos refiriendo a la comúnmente conocida como transferencia, la cual engloba dos conceptos distintos, por un lado el cambio de titularidad, y por otro, el impuesto de transmisiones patrimoniales.
El cambio de titularidad lo debe asumir el comprador y tiene un coste de unos 55 € independientemente del coche se deben pagar a la DGT en concepto de cambio de nombre. Respecto al impuesto de transmisiones patrimoniales, también debe pagarlo el comprador y depende de la comunidad autónoma del mismo así como de la antigüedad y modelo de coche adquirido, pues es un porcentaje (generalmente entre el 4 % y el 8 %) del valor del coche según su depreciación.
Más información relacionada en Diariomotor:
– Guía para comprar un coche de segunda mano con más de 10 años
– 10 consejos para vender tu coche usado con éxito
– Cómo cambiar de nombre o transferir un coche tú mismo: todo lo que debes saber paso a paso
– Qué es la cilindrada de un coche y por qué un motor más grande no siempre es más potente
– Paraísos fiscales para coches: 262 vehículos por habitante y otras muchas cosas más
– La depreciación, el gran enemigo, y a la vez aliado, en la compra de un coche: ¿qué debes saber?
