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El renting está de moda, y es que ha pasado de ser una modalidad prácticamente reservada a empresas, PYMES y autónomos, a una forma más de disfrutar de un coche para el cliente particular como alternativa a la tradicional compra en propiedad o leasing. Lo cierto es que agrupar todos los gastos del derivados del uso del coche en una sola cuota mensual fija es toda una ventaja, pero no siempre es conveniente recurrir a una renting para particular, ni todos los rentings son iguales, por no contar con ciertas condiciones de financiación ofrecidas por las parcas que pueden calificarse de pseudo-rentings, o de rentings que parecen más bien una financiación.
¿Cuál es el perfil ideal para un renting?
En Diariomotor puedes encontrar varias guías dedicadas al renting, una en la que analizamos con profundidad qué es más rentable, comprar un coche en propiedad o un renting poniendo ejemplos reales, y otra más enfocada al renting a particulares, además de otra pensada para los profesionales. Sin embargo, hoy toca hablar de cuál es el escenario ideal para optar por un renting a particulares y no por la compra en propiedad.
Aunque cada caso tiene sus particularidades, la situación en la que la mayoría de las veces mejor encaja con un renting es aquella en la que se renueva el coche con frecuencia, en torno a una vez cada cada cuatro años, ya que es justamente en ese periodo donde sufre la mayor depreciación durante toda su vida útil (entre un 40 % y un 50 %).
Además, también es sumamente interesante que recorramos una gran cantidad de kilómetros, desde aproximadamente unos 20.000 km/año en adelante, por dos motivos: el primero es que la mayor devaluación que sufre el coche como consecuencia de ese extenso kilometraje con sólo cuatro años de vida no será soportada por nuestro bolsillo, y el segundo, es que en la misma cuota del renting se incluye todos los mantenimientos que sean necesarios (revisiones, aceite, filtros, frenos… e incluso neumáticos si se trata de un buen renting), además de otros gastos como el seguro o cualquier avería que pueda surgir.
Algunos consejos para elegir un buen renting
Ya tenemos claro el escenario ideal que mejor encaja con un renting, así que a continuación toca buscar esa oferta de renting. Para ello me gustaría darte un par de consejos. En primer lugar, lo ideal no es fijarse en un modelo concreto, sino establecer una serie de características y ver qué ofertas ofrecen las diferentes compañías. Por ejemplo, si buscamos un compacto turbodiésel, no te obceques sólo en un SEAT León, pues puede que cierta compañía haya adquirido una gran cantidad de Ford Focus y los ofrezca a muy buen precio.
Por otro lado, de forma general, los renting ofrecidos por lar marcas no suelen ser los más ventajosos (aunque existen excepciones), pues estos los encontramos en empresas especializadas como Arval, Alphabet o incluso por medio de las diferentes entidades bancarias (BBVA, Santander…). Igualmente, todo aquel renting que tenga asociado una cuota inicial tampoco suele pertenecer al grupo de los más interesantes.
Barriendo para casa, a través de Quécochemecompro puedes usar nuestro comparador de ofertas de renting. En él es posible filtrar por tipo de vehículo, motorización, carrocería, duración del contrato y kilometraje, para así obtener las mejores ofertas que existen actualmente, pues continuamente lo estamos actualizando.
Un ejemplo donde el renting es la opción ideal
Acorde a lo descrito, pongamos un ejemplo en el que se vea claramente cuán ventajoso es el renting. Supongamos que buscas un SUV compacto turbodiésel, con una potencia solvente para hacer largor viajes por carretera, recorriendo anualmente unos 30.000 km durante cuatro años. Para ello, un SEAT Ateca Style GO 2.0 TDI 150 CV DSG es una gran opción, la cual puedes encontrar en renting por 476 €/mes o por compra en propiedad por 31.630 €. Si te decides por el renting, durante esos cuatro años habrás desembolsado un total de 22.848 € más el combustible, cuyo importe es idéntico en ambos casos.
En cambio, si lo compras en propiedad los números se complican un poco más, pero simplifiquemos. Para comprarlo te decides por una financiación a siete años, a razón de 461,31 €/mes, lo que supone un gasto total de 39.552,56 € al contabilizar el coste de la misma transcurridos esos siete años. Además, debemos considerar un seguro a todo riesgo que de media puede suponer unos 600 €/año, más el mantenimiento anual de 400 €/año, así como un par de neumáticos (600 €/juego). Por tanto, estamos hablando de un gasto en propiedad al cabo de cuatro años de 24.942,88 €, momento en el que aún nos quedaría que abonar 17.409,68 € de la financiación, cifra que curiosamente coincide con el 55 % del valor de nuevo, que viene a ser aproximadamente el valor del coche en el mercado de ocasión.
Por tanto, apostando por el renting nos habremos ahorrado unos dos mil euros en esos cuatro años, además de las ventajas de estrenar coche cada poro tiempo y disfrutar de los últimos avances en tecnología y seguridad, así como la despreocupación por cualquier avería y la facilidad de controlar gastos al tratarse de una cuota fija.
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