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Un coche de stock es un coche nuevo, almacenado por el concesionario para su venta. Es por lo tanto un coche que no requiere pedido a fábrica, pero que está sujeto a muy pocas posibilidades de configuración o personalización. Llegados a este punto, es importante que analicemos qué es un coche de stock, entender que es un coche nuevo, qué diferencias existen con un pedido a fábrica y qué lo diferencia de un kilómetro cero, o un coche de segunda mano.
¿Qué es un coche de stock?
Los coches de stock son una parte fundamental del negocio de venta de coches nuevos, especialmente en ciertos modelos de volumen, y para ciertas marcas. Como decíamos al principio, un coche de stock es un coche nuevo, que no ha sido matriculado, ni utilizado. Las marcas y los concesionarios hacen pedidos a fábrica, generalmente atendiendo a una configuración y especificaciones populares, muy demandados por sus clientes. El problema, como ya te habrás podido imaginar, está en que el cliente que escoja un coche de stock tendrá que adaptarse a la configuración del coche, o los coches, disponibles, no pudiendo elegir otros colores, otras líneas de acabado, y otras muchas opciones, con la salvedad de algún extra, por ejemplo las llantas, que en ocasiones sí puede configurarse posteriormente.
La ventaja de los coches de stock también es evidente. Si decides adquirir un coche de stock no tendrás que esperar el proceso de pedido a fábrica, entrar en la lista de espera – que en ocasiones se alarga durante meses – e incluso facilita negociar con el concesionario, o conseguir unas condiciones más ventajosas en la compra. El tiempo de espera para la entrega de un coche de stock puede reducirse incluso a unos días, al tiempo que requiera la preparación del coche para la entrega, su traslado, y la tramitación de gestiones como su documentación, o la financiación de la compra.
¿En qué beneficia al comprador un coche de stock?
Como decíamos hay dos beneficios claros, el de acortar el tiempo de entrega, y recibir el coche casi de inmediato, que es realmente importante, y el de tener mayor capacidad de negociación con el concesionario. Hemos de ser conscientes de que los márgenes en la venta de coches son más reducidos de lo que podríamos imaginar, por una transacción que normalmente supone una o varias decenas de miles de euros. De manera que por adquirir un coche de stock no deberíamos esperar grandes chollos, descuentos enormes, pero sí capacidad para negociar un extra determinado – que se pueda incluir a posteriori – o incluir algunos accesorios o elementos como unas llantas. El mayor beneficio del coche de stock, insistimos, es el de comprar un coche y recibirlo casi de inmediato, en unos días.
Inconvenientes de los coches de stock
Las desventajas de un coche de stock son realmente pocas. La única desventaja que podemos encontrarnos es que no todas las marcas cuentan con enormes cantidades de coches de stock y que las configuraciones raras no estarán disponibles en stock. Se puede dar la situación en la que queramos un coche con una configuración, de acabado, color de carrocería, equipamiento y motor, que se salga demasiado de la norma. Y precisamente en ese caso la modalidad del coche de stock no nos resultará útil. Es posible que encontremos unidades de stock con configuraciones parecidas, pero no exactamente iguales, por ejemplo diferente acabado de pintura, o configuración de motor. Y es entonces cuando tendremos que tomar la decisión de hacer un pedido a fábrica, con la consecuente espera, o conformarnos con el coche de stock que nos han propuesto, probablemente a un precio algo más ajustado, y sin tener que esperar al pedido a fábrica.
En ocasiones, hay cierto margen para adaptar la configuración de un coche de stock a nuestras preferencias. Por ejemplo, si existe un coche de stock con un acabado de pintura determinado nos tendremos que conformar con ese, o hacer pedido a fábrica. En cambio, si esa configuración nos satisface, pero queremos un juego de llantas diferente, suele existir margen para que el concesionario pueda ofrecernos ese mismo coche con las llantas que a nosotros nos gustan.
Cómo comprar un coche de stock
Los concesionarios de una misma marca cuentan con bases de datos comunes, que sirven para intercambiar los stocks de coches que almacenan. Cuando un concesionario propone una configuración determinada de coche, de equipamiento, acabados, y color, generalmente lo hace para aprovechar esos coches de stock. Un cliente bien asesorado, también debería preguntar por este tipo de coches en su concesionario, siempre entendiendo que, como decíamos anteriormente, que un coche de stock no va a garantizarle un gran descuento, sino una rapidez en la entrega. En modelos con largas listas de espera siempre es recomendable consultar por los stocks. Aunque un coche que acumula varios meses de lista de espera en pedidos a fábrica es muy probable que no tenga unidades en stock.
Por último, y para completar lo dicho anteriormente, hay que tener en cuenta que la variedad y abundancia de coches de stock generalmente se limita a marcas, coches, y configuraciones de volumen, muy populares. Y también que en los últimos años los stock han perdido peso e importancia. Y lo han perdido porque el proceso de pedido a fábrica, producción y transporte del coche es cada vez más rápido. Pero, sobre todo, porque el mercado de coches nuevos en España ahora goza de modelos más variados, y sobre todo productos en los que la personalización es cada vez más importante.
Cómo identificar una buena oferta
¿Y cómo podremos identificar una oferta? Los stocks más importantes es posible que se liquiden mediante ofertas, anunciadas por la marca, que propondrán estos días descuentos superiores a los que hemos visto habitualmente, y como los que seguimos en Diariomotor y ¿Qué coche me compro? En ocasiones, las ofertas más importantes serán las que directamente propongan los concesionarios, a la hora de ofrecer coches de stock a sus clientes. Y es muy probable que esas ofertas beneficien, sobre todo, a coches populares, de marcas generalistas, y diésel, que con el descenso de las ventas acumulan un stock importante, y una demanda cada vez más baja.
Cuándo comprar un coche de stock
En los últimos años hemos asistido a diferentes situaciones que han propiciado acumulación de stocks y, sobre todo, la urgencia de los concesionarios y los fabricantes para liquidarlos. Situaciones como la entrada en vigor del ciclo WLTP, o el RDE, propiciaron que los concesionarios tuvieran que liquidar decenas de miles de coches de stock. En los próximos años, los fabricantes tendrán que cumplir con normativas de emisiones más exigentes y con objetivos de reducción de emisiones de CO2 que también supondrán la retirada del catálogo de muchos productos y, con ello, veremos stocks acumulados que han de liquidarse y buenas oportunidades para comprar un coche de stock.
En cualquier caso, cualquier momento es bueno para comprar un coche de stock. Como os decimos, para aquel que no busque un coche con una configuración muy concreta y, por decirlo de alguna forma, rara, todo son ventajas. Los coches de stock son completamente nuevos, no requieren de una gran espera para matricular y recibir el coche puesto que ya han sido fabricados y, además, nos pueden suponer un buen ahorro.
Más información y ofertas en ¿Qué coche me compro?