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En 2019 entró en vigor la reforma de las ITV, una serie de modificaciones en el reglamento de las estaciones de inspección técnica. Entre sus modificaciones estelares, un control más exhaustivo de los sistemas anticontaminación de los vehículos, así como otras novedades de procedimiento. En esta ocasión no vamos a centrarnos en los cambios de las ITV, sino en analizar qué sucede si tienes un accidente y tu coche tiene la ITV caducada, o no la ha superado. No vamos a dejar ni un solo escenario sin cubrir, pero si me permitís el spoiler… no ocurre nada bueno.
Por qué no deberías circular sin ITV
En primer lugar, nunca te recomendamos circular con la ITV caducada o con un resultado desfavorable en la última inspección. Además de no ser legal te puede costar una multa de 200 euros, salvo que vayas camino del taller o de la ITV. Si el resultado de la ITV es negativa, el coche será retenido en la ITV y tendrá que viajar al taller en grúa. Cualquier desplazamiento en este último caso comporta una multa de 500 euros. No obstante, lo verdaderamente complicado comienza si circulamos sin la ITV en regla y tenemos un accidente – tanto si somos los culpables como si no lo somos.
Sufres un accidente sin ser el culpable, pero no tienes ITV
Si sufres un accidente en el que no eres el culpable y circulas con la ITV caducada, desfavorable o negativa, no pierdes el derecho a la indemnización o a la reparación de tu vehículo. No obstante, cuando las fuerzas de seguridad levanten atestado podrían advertir que «vas sin ITV» y multarte en el acto. Además, aunque recibas una compensación a causa del accidente, tu aseguradora podría negarse a abonar tu cobertura por defensa jurídica. Vaya por delante que si viajas en el coche con otros ocupantes ellos también estarán cubiertos por el seguro del culpable del accidente.
Causas un accidente y no tienes ITV
Ahora bien, la cosa cambia si tú eres el causante de un accidente y tu vehículo no tiene la ITV en regla. Aunque dependerá al final de las cláusulas de tu póliza, tu compañía indemnizaría al resto de implicados, pero podría dejarte «con el culo al aire» si excluye los casos en los que el vehículo tiene una «situación administrativa irregular». Tu compañía podría repercutirte en este el caso el importe de las indemnizaciones del resto de implicados. El resultado podría ser una terrible batalla legal en la que tendrías todas las de perder. No obstante, no es el peor de los supuestos.
Causas un accidente por un fallo mecánico y no tienes ITV
El peor es que el accidente haya sido causado porque el vehículo ha tenido un fallo mecánico. Tu seguro no cubrirá tus lesiones, aunque si tu seguro es a todo riesgo puede que sí cubran los daños de tu vehículo. Ahora bien, si tu seguro logra demostrar que tu coche no tenía la ITV en regla, podría negarse a indemnizarte y te repercutirán el pago del resto de indemnizaciones de los implicados, así como la indemnización de otros ocupantes de tu vehículo. La conclusión que podemos extraer de todo esto es que lo mejor para no meterse en problemas es circular con la ITV favorable y no caducada. Menos líos para todos.
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