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Las ITV son unas pruebas técnicas obligatorias a las que todos los coches con más de cuatro años o reformas de importancia deben someterse. Para los coches con más de 10 años, se convierte en un ritual anual, y una fuente de quebraderos de cabeza para muchos propietarios, especialmente aquellos propensos a fallos por un nivel alto de emisiones. La inspección es relativamente sencilla, y para evitar una ITV desfavorable, te aconsejamos que vayas con los deberes hechos de casa. Tú mismo podrás revisar estos cinco elementos y ahorrarte disgustos en la ITV.
Iluminación: la eterna asignatura pendiente
Los fallos en los sistemas de iluminación son recurrentes en las ITV de España. Si circulamos con algún intermitente o luz de cruce fundidos, o el antiniebla trasero no funciona, no superaremos la ITV. Lo mismo ocurre con el antiniebla trasero. Si tenemos alguna luz de posición o antiniebla delantero fundidos se nos anotará un fallo leve en la hoja de inspección. En coches anteriores a noviembre de 1999, una luz de marcha atrás fundida no supone un fallo grave y una ITV desfavorable. En cualquiera de estos casos, el problema tiene sencilla solución.
Coloca tu coche frente a una pared y comprueba de forma empírica que todas sus luces funcionan. O aún mejor, pide ayuda a alguien, y ve encendiendo las luces del coche. Si alguna falla, podrás reemplazar las bombillas antes de ir a la ITV. No olvides revisar el buen funcionamiento de las luces que iluminan la matrícula: si las dos están fundidas, no superarás la inspección. Un último detalle: si tu coche tiene luces de xenón su sistema de regulación de altura debe funcionar adecuadamente, al igual que sus lavafaros – asegúrate de tener agua en el depósito.
Neumáticos: deben estar en buen estado
En las ITV se revisa el estado de los neumáticos del coche. En Diariomotor ya te hemos enseñado a detectar neumáticos en mal estado, así como a revisarlos adecuadamente. Revisa que tus neumáticos estén correctamente hinchados y asegúrate de que tienen suficiente dibujo en la banda de rodadura. Los neumáticos deben ser iguales en cada eje, y sus medidas deben estar incluidas en la homologación del vehículo. Puedes llevar medidas diferentes a las de serie, siempre que sean equivalentes – en la propia ITV te pueden dar un lista de equivalencias.
Aunque superarás la ITV con un neumático cristalizado o con demasiados años – algo que debería ser objeto de mayor vigilancia – los inspectores revisarán tus gomas de forma visual. Si tienen mordiscos o bultos, fruto de un bordillazo en muchas ocasiones, estos defectos podrían ser catalogados como graves. En cualquiera de los casos, recuerda que los neumáticos del coche son lo único que te une a la carretera y un indispensable elemento de seguridad. Si están en mal estado, no esperes a la que tengas que ir a la ITV para reemplazarlos.
Revisa todos los niveles del coche
En las ITV te exigirán que los niveles del coche sean los correctos. Tendrás que tener líquido en depósito del lavaparabrisas y el motor deberá tener el nivel correcto de aceite – no puede tener menos de lo debido, ni más de la cuenta. Tampoco olvides revisar el nivel del refrigerante y el nivel del líquido de frenos, pues serán objeto de una inspección visual por parte del inspector de línea. Abre el capó de tu coche, identifica los respectivos depósitos/varillas y si detectas alguna anomalía, soluciónala antes de ir a la ITV.
¿Tienen tus lunas chinazos? ¿Funcionan los cinturones? ¿Están dobladas las matrículas?
No solo se revisa la mecánica del coche en la ITV. Es vital que todas las puertas se puedan abrir y cerrar correctamente – tanto desde dentro como desde fuera del coche – y que todos los enganches de los cinturones funcionen, además de bloquearse cuando se tira de ellos con fuerza. Las lunas del coche deben estar en buen estado, y carecer de «chinazos». Si tenemos un pequeño chinazo en nuestro campo de visión, será tipificado como falta leve, pero si se ha extendido o es grande, el inspector nos administrará un fallo grave y una ITV desfavorable.
Gases: házle una puesta a punto italiana al coche
Si tu coche es diésel y está entrado en años, es posible que tengas miedo de la prueba de gases. En esta prueba se conecta una sonda al escape y se analiza la opacidad de los gases de escape. La prueba es especialmente exigente con coches dotados con filtros de partículas, y sacará los colores a coches con la EGR sucia/obstruida o inyectores en mal estado. En resumidas cuentas, tu coche diésel debe tener su motor a punto. Si tu FAP está en las últimas o notas que el coche expulsa mucho humo, ten por seguro que la ITV será una dura prueba para tu coche.
Si no revolucionas el motor de tu coche con frecuencia, haces muchos trayectos cortos o no sales de la ciudad, es posible que des «positivo» por gases en la ITV. Con el motor a temperatura de servicio, circula durante unos cuantos kilómetros a un régimen elevado, por ejemplo a 120 km/h en cuarta durante media hora. No te cortes en estirar el régimen del motor por encima de las 4.000 rpm, asegurándote de que no quedan restos de «carbonilla» en tu motor. Esta simple «puesta a punto italiana» evitará en muchos casos que tu coche emita más gases de lo debido.
Ahora bien, es posible que tengas inyectores en mal estado, un FAP en las últimas o problemas en el sistema de inyección. Si tu coche sigue expulsando humos o has dado un valor de opacidad muy elevado, es mejor que acudas a un especialista en mecánicas diésel. Los aditivos limpiadores pre-ITV pueden ser efectivos en algunos casos, pero solo combinados con una circulación a altas vueltas – y definitivamente, no son capaces de obrar milagros.