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La Dirección General de Tráfico hace cada vez más hincapié en una de las obligaciones de los vehículos a motor, importante, por no decir crucial, para asegurarse de que los vehículos con los que compartimos la carretera lo hacen en buenas condiciones, de seguridad, y desde el punto de vista medioambiental. Y para asegurarse del control del cumplimiento de estas obligaciones, y sobre todo de las Inspecciones Técnicas de Vehículos, más conocidas por el acrónimo ITV, la DGT estrena 30 lectores de matrícula con los que comprobará que tu ITV está en regla. ¿Cómo funcionan?
Imagen del sistema de reconocimiento, de lectores de matrículas, que está empleando la DGT estos días.
30 lectores de matrícula de la DGT para la ITV
Coincidiendo con una de sus campañas periódicas, destinadas a controlar el buen mantenimiento de los vehículos en circulación, la DGT ha estrenado 30 lectores de matrícula que comprueban que la ITV está en regla. El sistema empleado consta de dos dispositivos, una cámara, con lector de matrículas, instalada en un trípode, y una tableta desde la que supervisar la cámara, y contrastar las matrículas leídas con una base de datos en la que, como no podía ser menos, consta la fecha de la última ITV superada por los vehículos matriculados en España.
Si el control detecta que un vehículo está circulando con la ITV caducada, los agentes de Tráfico pueden emplear la imagen captada como prueba, y emitir la correspondiente sanción.
Otros medios automatizados para controlar la ITV
A pesar de lo útiles que puedan resultar estos lectores de matrícula portátiles, lo cierto es que los medios automatizados de la DGT para controlar la ITV no son nuevos. Nos consta que desde hace tiempo la DGT ha empleado cámaras destinadas a otros fines, como las utilizadas por los radares, o los sistemas de detección de uso del teléfono móvil y el cinturón. Tráfico lleva años recordándonos que cualquier medio automatizado, con capacidad para reconocer matrículas, es susceptible de ser empleado para comprobar si la ITV del vehículo está en regla, o tiene contratado un seguro.
Circular sin ITV tiene multa
Circular con la ITV caducada tiene sanción, de hecho, podemos ser multados incluso si el coche está aparcado en la vía pública. La multa por tener la ITV caducada es de 200 euros y no acarrea pérdida de puntos. Por otro lado, si nuestra situación es la de una ITV desfavorable, la de haber acudido a la inspección pero no haberla superado de forma satisfactoria, la sanción también asciende a 200 euros. Tras una ITV desfavorable, solo deberíamos coger nuestro coche para trasladarnos desde la estación de ITV hasta el taller en el que vayamos a repararlo para corregir las situación.
Si la ITV es negativa o, en otras palabras, las irregularidades son mucho más preocupantes y peligrosas que las que nos hubieran costado una ITV desfavorable, siendo un auténtico peligro rodante, nuestro coche debería ser inmovilizado en la propia estación de ITV y trasladarse subido en una grúa hasta el taller. La inmovilización dificulta que el coche vuelva a circular, no obstante, si circulásemos con una ITV negativa podríamos enfrentarnos a una multa de 500 euros.
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