Contenido
Si tu coche tiene más de 10 años, la ITV se habrá convertido en un trámite anual, que puede ser más o menos complicado superar, en función del estado de nuestro coche, y de si sus sistemas anticontaminación están en buen orden de funcionamiento. Pero en este artículo no vamos a hablar de filtros de partículas, vamos a hablar de los neumáticos, y de cómo son revisados en la ITV a nivel de desgaste, medidas, estado y homologaciones. Esto es todo lo que debes saber para superar la ITV sin ningún tipo de problema a causa de los neumáticos.
Medidas y homologaciones
Lo primero que se vigilará en la ITV es que los neumáticos estén homologados, y sean compatibles con la homologación normativa del vehículo. Todo vehículo cuenta con una serie de medidas equivalentes para sus neumáticos – la tabla puedes solicitarla en la ITV sin coste – y por tanto, no puede montar medidas fuera de dicha tabla. Es importante que el índice de carga y el índice de velocidad de los neumáticos sean iguales o superiores a los de la homologación de nuestro coche, de lo contrario, el resultado de la ITV será desfavorable.
Los neumáticos deben ser idénticos en marca, modelo, dimensiones y tipo en cada eje, pero pueden ser diferentes en el eje delantero y trasero. Sí estaríamos autorizados a montar neumáticos de invierno en un eje y neumáticos de verano en otro, pero no tendría sentido, ni ventaja práctica alguna. Si montamos neumáticos de invierno con un índice de velocidad inferior a la velocidad máxima del coche, debemos instalar una pegatina que lo recuerde en el campo de visión del conductor.
La banda de rodadura debe tener al menos 1,6 mm de profundidad
En la ITV se vigilará de forma estricta el desgaste de la banda de rodadura de los neumáticos de tu coche. Los surcos deben tener una profundidad mínima de 1,6 mm, aproximadamente el canto de una moneda de un euro. Si el desgaste es superior, el resultado de la ITV será desfavorable y solo estaremos autorizados a circular al taller, y del taller de vuelta a la ITV. Además, podemos ser multados por un agente de tráfico en un control o inspección rutinaria.
Estado físico del neumático
Según el manual de procedimiento de la ITV, el neumático no debe presentar ampollas, cortes o marcas que comprometan su integridad estructural. Estos defectos pueden provocar reventones inesperados, poniendo en peligro al pasaje del coche y a otros usuarios de la vía, y son considerados defectos graves. Si el técnico de la ITV considera que el riesgo de reventón es inminente, el defecto será considerado muy grave y el resultado de la ITV será negativo – tendremos que abandonar la ITV en una grúa, camino a un taller de neumáticos.
Lo mismo ocurre si el neumático tiene los alambres al aire, faltan trozos de la banda de rodadura o hay síntomas de rotura en la carcasa del neumático. No obstante, en la ITV no se revisa la edad del neumático, o su posible cristalización. Mientras el neumático esté estructuralmente íntegro, podremos superar sin problema la ITV. Ahora bien, recuerda que un neumático endurecido y muy antiguo no tiene el mismo agarre que un neumático en buen estado, siendo prioritaria su sustitución, por tu propia seguridad y la de los demás.
Otras consideraciones
Por últimos, hemos de tener en cuenta que los neumáticos direccionales deben estar montados correctamente, no deben interferir con elementos de la carrocería – es decir, no pueden rozar con el paso de rueda en ningún punto – y deben ser compatibles con las llantas en que están montados. En las ITV no les gustan neumáticos estrechos montados sobre llantas anchas, con el consiguiente «estirado» del flanco. Si son recauchutables, deben estar correctamente preparados para ello. Esto solo es importante en vehículos comerciales pesados.
