Tener una moto conlleva un gran poder y una gran responsabilidad, entre ellas, mimarla como se merece. Si te cuesta llevarla al baño, aquí tienes 5 consejos para lavar tu moto de un modo sencillo, rápido, efectivo y económico.
Ya te hayas comprado una moto nueva, hayas buscado una bien cuidada de segunda mano o incluso te hayas aventurado en el apasionante mundo de la restauración, una cosa está clara: es necesario dispensarle unos mínimos cuidados si queremos seguir disfrutando de ella por mucho tiempo.
1. La pistola a presión no es lo ideal…pero siempre es mejor que no lavar nunca tu moto
Aquí tocamos uno de los grandes caballos de batalla entre motoristas utilitarios y verdaderos puristas del arte de cuidar sus motos: qué sistema de lavado utilizar. Mientras que unos empuñan la pistola y atacan a quemarropa la suciedad de su moto sin piedad, otros pueden llegar a rasgarse las vestiduras cuando se les habla de tratar así sus preciadas monturas.
Es muy cierto que lo ideal para un buen lavado es mimar tu moto con agua a poca presión y la suavidad de una buena esponja…pero si tu tiempo o modo de uso da escaso lugar a ello, mejor es un buen pistoletazo que dejar acumularse suciedad por meses.
2. Desengrasa y engrasa la cadena
Vale, si estás leyendo este artículo asumimos que quizá no estés demasiado acostumbrado a pasar horas limpiando y abrillantando tu moto, pero hay cosas que sí o sí deben hacerse.
Al igual que uno no pone comida nueva sobre un plato sin limpiar con restos de la cena de ayer, si tu moto tiene cadena, también necesita un aseo periódico. Nuestro consejo es que compres producto desengrasante para eliminar la suciedad acumulada, dejándola actuar y gotear, antes de rociar con agua y jabón el resto.
Del mismo modo, una vez puesta que has lavado la moto (pero antes de los toques finales, por si hay salpicaduras) hazte con una buena grasa para cadena (las que llevan teflón funcionan bien en la mayoría de casos) y rocíala desde un lado y desde otro de los eslabones mientras que haces girar con cuidado la rueda trasera.
3. Ten paciencia con la suciedad incrustada
A todos nos ha pasado. Estás lavando la moto y de repente te topas con ese dichoso mosquito o mancha indefinida que se pega como si no hubiera un mañana. La tentación está ahí y te susurra al oído: «pégale la pistola y dale presión para que salte».
Ante ello, lo mejor es calmarse y tener un poquito de paciencia. Un buen lavado con agua previamente y esperar un para de minutos para que se reblandezcan, o incluso aplicar unas hojas de rollo de papel humedecidas sobre el cristal o la zona en cuestión pueden ayudar enormemente a quitarse de en medio ese molesto polizón sin poner en peligro la integridad de nuestra pintura o preciadas pegatinas.
4. Deja secarse a tu baby
Sabemos que el tiempo apremia y que entre lavar, esperar, desincrustar, pasar el jabón y aplicarte en la cadena el reloj va pasando inexorable. Llega el aclarado final y casi sin esperar a que tu querida moto deje de chorrear ya estás metiendo contacto y obligándola a encenderse. ¡Espera un poco tigre!
¿A que no te gusta que te saquen de la ducha de repente y sin previo aviso? A tu moto tampoco. Por ello es aconsejable que esperes unos minutos y la dejes secarse al aire antes de montarte y encenderla. Además…tendrás ocasión de aplicar nuestro último consejo.
5. Para un acabado profesional (o casi) un truco casero
Si lo que quieres es que tu moto reluzca como el sol, hay una solución muy común y sencilla que da resultados increíbles: el spray limpiador para muebles.
Hay montones de marcas y se encuentran en todos los supermercados. Pronto, saca el bote y rocío un poco de spray en los plásticos de tu moto. Frota con un paño limpio y ¡voilà! un milagro brillante como el primer día.
Estamos convencidos de que llevar a cabo esta sencilla rutina de lavado con cierta frecuencia no solo alargará la vida de tu moto y la hará lucir como Dios manda sino que te dará la ocasión de valorar y disfrutar como nunca tu preciada compañera.
Y tú, ¿tienes otros trucos especiales? ¿Te animas a compartirlos?
Fuente: las imágenes de Unsplash atribuyen al autor en el título