Bentley celebra este 2019 su centenario, motivo por el que nos adentramos en su programa Motorsport para conocer muy de cerca a los Continental GT que corren en GT3 y vivir la experiencia de una carrera así en vivo y en directo.
Por David Clavero
No todos los días le ofrecen a uno la posibilidad de meterse de lleno en una carrera de las Blancpain GT Series como parte del equipo Bentley Motorsport. Por esta razón es por la que sin dudarlo aceptamos la invitación de Bentley Marbella para acompañarles en la última carrera del calendario 2019 donde podríamos ver al Bentley Continental GT3 y su atronador V8 en acción durante las 3 horas que duraría la carrera.
Una oportunidad única sobre el trazado del circuito de Barcelona-Cataluña donde poder ver en vivo y en directo la que se ha convertido en una de las competiciones más interesantes del motorsport en la actualidad. Nada menos que 3 Bentley alienados en la parrilla de salida frente a una abultada competencia repleta de rivales dentro y fuera de los circuitos, y lo que es mejor, con recetas muy diferentes para conseguir así un verdadero espectáculo del primer al último minuto de carrera.
Y para mostraros cómo fue este broche final a la temporada GT3 y GTE sobre el asfalto de Montmeló, nada mejor que un resumen foto a foto de esta experiencia vivida en primera persona. ¡Arranquemos los motores!
Nada más llegar al circuito sorprende el buen ambiente que reina. Es fin de semana de carreras y el olor a gasolina impregna el ambiente. Además hay muchas actividades paralelas como la exposición en honor a María de Villota, por lo que la carrera no es el único atractivo y el público responde.
Las GT Series y su formato de resistencia han conseguido convertirse en un campeonato muy atractivo tanto para fabricantes como para espectadores gracias a una regulación que permite competir en igualdad de condiciones con recetas de lo más variopintas. Los V8 predominan (Bentley, Mercedes-AMG, BMW, Lexus y Ferrari), pero también tenemos flat-six (Porsche) y V6 (Honda), además de los V10 atmosféricos (Audi y Lamborghini).
Camino del área de Bentley nos topamos con el nuevo Bentley Flying Spur, sin duda uno de los grandes invitados de esta cita. Bentley mostraba por primera vez en España su nueva berlina de lujo, una nueva generación que además de alcanzar los 635 CV promete ofrecer lo mejor del Continental GT en comportamiento. Obviamente ya estamos deseando ponerlo a prueba.
Nuestra zona de trabajo será hoy el hospitality que ha montado Bentley para acomodar a sus clientes e invitados. Una estancia con inmejorables vistas del pitlane y la recta de meta, pero donde además podemos disfrutar de todo el universo Bentley. La marca de Crewe abre sus puertas para que los clientes de la marca conozcan la competición desde dentro, una experiencia recomendable al 200%, contando incluso con un programa de carreras-cliente para aquellos que quieran correr en equipos privados con su propio Continental GT3.
Desde el hospitality además se organizan diferentes actividades para los invitados. Tenemos desde la visita al box del equipo, hasta un tour a pie de pista para ver la carrera desde los puntos clave del trazado, pasando por charlas con pilotos y jefes de equipo. Rápidamente nos apuntamos a las visitas tras las barreras, si impresiona ver a estos coches por la recta de meta, verlos tomar las curvas a escasos metros de tu posición pone literalmente los pelos de punta.
Dentro del área reservada a clientes no podían faltar por supuesto la presencia de folletos, catálogos o litografías, pero todo eso queda en nada cuando te topas con uno de los ejemplares de “The Book”. Un enorme y pesado libro donde se recorre toda la historia de Bentley desde su fundación. Impresionante.
Cuando quedan pocos minutos para que empiece la carrera nos llaman para bajar a pista. Esta última cita del calendario nos permite ver en la parrilla de salida a 3 Bentley Continental GT3, por un lado la unidad con dorsal 31 del equipo Team Parker Racing y por otro lado 2 coches oficiales del Bentley Team M-Sport con los dorsales 107 y 108 y una decoración específica en negro y dorado con motivo del centenario de la marca (1919-2019).
Durante la alineación de los coches antes de dar la salida pudimos ver al piloto Andy Soucek, piloto del Bentley 108, tomando las últimas decisiones con su equipo y preparándose para la batalla final.
También pudimos ver a Soucek hablar con un ilustre como Emilio de Villota, quién sabe, a lo mejor estaban intercambiando algunos consejos de última hora para intentar llevar al Bentley 108 a lo más alto del podio.
Cuando apenas quedan 15 minutos para tomar la salida así es como luce un Bentley Continental GT3. El calor de aquel día en Montmeló era más que infernal, lo que sumado a los motores arrancados hacían del pitlane una verdadera barbacoa. Intentar rebajar cualquier grado del interior es vital para no complicar aún más las cosas a los pilotos.
Y ya que hablamos de interior… ¿qué os parece el habitáculo de los Bentley de GT3? Fieles a su orígenes ingleses el volante queda situado en el lado derecho
Hora de abandonar el pitlane, el semáforo ya está preparado para dar el pistoletazo de salida.
Con la carrera ya en marcha volvemos al hospitality y por supuesto no podía faltar un buen simulador de conducción para ponernos en la piel de Soucek. Si esta experiencia ya se disfruta en casa, hacerlo en un lugar así con los coches de carreras tronando al fondo no tiene precio. Aún así siempre estamos con un ojo sobre las pantallas porque hoy el día promete dar mucho juego.
Esta última carrera comenzó de forma accidentada y lo cierto es que durante toda la carrera fueron constantes los toques y salidas con sus correspondientes banderas amarillas. Especialmente reseñable fue el golpe del Ferrari 488 conducido por Miguel Molina con el Bentley 108 de Soucek, un incidente que echó por tierra las opciones del coche de Maranello para hacerse con el campeonato y las posibilidades de Soucek de pelear por las primeras posiciones. Una verdadera pena.
Cuando quedan pocos minutos para comenzar las primeras paradas nos avisan, es el momento de bajar a la primera línea. Es un sitio especial, donde rara vez dejan entrar y en donde la bienvenida la ofrecen los enormes camiones encargados de transportar a todo el equipo, humano y material, hasta los diferentes circuitos.
Este Bentley no lo conocíamos. Un quad vestido con los colores de Bentley Motorsport no pasa desapercibido, una herramienta más importante de lo que parece ya que gracias a él se puede cruzar todo el circuito en caso de urgencia.
Las visitas a los boxes del equipo Bentley M-Sport nos muestran la realidad de las carreras, una visión donde encontramos todo un equipo siguiendo al segundo el trabajo de los pilotos. Un box en plena calma que en milésimas de segundo se transforma en un perfecto mecano para asistir a sus dos coches en pista.
El tiempo de cada parada es crucial. Todo programado para no desperdiciar ni un solo segundo. Aquí vemos la parada frenética en la que el Bentley 107 reposta, cambia neumáticos y sustituye piloto en tiempo récord. Un abrir y cerrar de ojos que puede decidir una carrera.
Con la primera parada en boxes ya realizada el piloto Jordan Pepper del Bentley 107 sube al hospitality para comentarnos sus impresiones durante este primer stint. La competencia es elevada y los coches de seguridad obligan a reagrupar coches y reinventar estrategias. No va a ser una carrera fácil, pero esto promete ser interesante hasta que caiga la bandera a cuadros.
Por fin llega el momento de dar el salto a la pista y ver la carrera desde los mejores puntos del circuito y a pie de trazado. El sonido es abrumador, rozando lo insoportable por el volumen, pero la experiencia resulta impresionante. Podemos ver a los coches llegar a la frenada al límite, atacar el vértice como si no hubiese un mañana y notar como aceleran a fondo haciendo rabiar a sus motores.
Las 3 horas de batalla pasan mucho más rápido de lo que parece y al final la victoria de la cita cae en manos del Lamborghini Huracán del equipo Orange 1 FFF Racing con un grandioso papel del piloto local Albert Costa. Bentley consigue aupar al coche 107 hasta el tercer cajón del podio, lo cual deja sabor a victoria en un campeonato tan reñido y en una carrera tan accidentada como la de hoy.
Como punto y final quiero dejar una reflexión, y esta no es otra que el gran atractivo que han adquirido las categorías GT. Categorías donde nada se da por ganado y donde todo puede pasar. Espectáculo en estado puro, de ese que tanto echamos de menos en otras disciplinas. Por desgracia esta vez Bentley no pudo llevarse el gran trofeo en Montmeló, sin embargo su paso por meta es de lejos el más impresionante con el gutural V8 rugiendo hasta el corte. Para 2020 el Continental GT3 volverá con una nueva evolución y los Bentley Boys con Soucek entre sus filas buscarán la revancha.