El WTCC es una competición de coches de la FIA muy joven y todavía es un gran desconocida. Si te gusta el automovilismo más allá de la Fórmula 1 este reportaje te puede interesar.
Turismos muy conocidos, alguno no tanto. Los coches del WTCC se los reparten cuatro marcas: Chevrolet Cruze, BMW Serie3 320, Honda Civic y Lada Granta. No hay más coches y los que hay deben cumplir estrictas normas FIA sobre pesos y motores.
Nació en 1987 con turismos del grupo A y carreras largas, de más de 500 kilómetros, y durante los años 90 se convirtió en una evolución del DTM alemán con cierto éxito a nivel europeo. Su funcionamiento interrumpido y sus diferentes nombres (Copa Mundial de Turismos, Campeonato Internacional de Turismos, etc) impidieron un rápido crecimiento mediático de esta competición mientras la F1 avanzaba ganándose adeptos.
En 2005 la FIA nombra a la competición “World Touring Car Championship” y se hace mundial. Esto da una idea de lo joven que es esta competición y ello influye lógicamente en el tratamiento mediático que recibe, sobre todo por la televisión.
Detrás de toda evento automovilístico hay mucho más que la carrera en sí. Hay un público expectante, un paddock lleno de historias y muchos extras. El fin de semana pasado la WTCC llegó a Porto (Portugal) y allí estuvimos con Honda para ver el campeonato de turismos por dentro.
Circuito de Boavista. Es un circuito urbano que solamente existe para esta carrera. Rodea a un gran parque cercano al mar y tiene un par de curvas muy pronunciadas que dan mucho juego.
Parrilla de salida. No llegará a la expectación de la F1 pero antes de la salida de las carreras el pit lane es un gran hervidero, con los equipos ultimando la estrategia y las azafatas señalando cada una de las posiciones.
Pantallas. Estar en la grada de la recta de salida es un privilegio pero, como en cualquier grada, te pierdes gran parte de la acción. Con unas pantallas grandes enfrente de cada grada se acaba el problema.
Primera curva de Boavista A partir de este punto empieza la “chicha” del circuito, los turismos llegan embalados y comienzan las curvas. Si bien es justo antes de llegar a la recta de salida donde se encuentra el trazado más complicado.
Seis eventos en el día de carrera. Cada una de las carreras del WTCC se divide en seis partes: dos tandas libres de entrenamiento, dos rondas de clasificación y, el domingo, dos carreras cortas.
Automovilismo, sol y playa. En Oporto hay mucho afición por el automovilismo. A pesar de la playa y del sol abrasador el ambiente en el circuito y en los aledaños era enorme, mucho movimiento y gradas totalmente llenas durante las carreras.
Pit lane. Durante la clasificación y la carrera, el pit stop un hervidero, con entradas y salidas constantes de boxes. Tanto que a veces hay pequeños “enfrentamientos” para ver quién sale antes. Una sirena alerta de la entrada de un coche a boxes y los componentes del equipo en cuestión se preparan rápidamente.
Los coches en boxes. Los coches llegan por el pitlane hasta su box y se colocan en diagonal apuntando hacia el lado contrario para que el equipo empuje el coche por detrás de la línea azul. Es el momento de cambiar ruedas, inyectar aire fresco al radiador y comentar sensaciones con el piloto (además de refrescarlo a él también).
Accidente. En clasificación no se minimizan los riesgos, este Cruze WTCC tuvo que retirarse muy tocado después de un pequeño accidente y antes de entrar en su box causó muchos problemas al obstaculizar a otros vehículos.
Velocidad en el pit lane. La velocidad en el pit lane está limitada lógicamente pero sorprende lo elevada que es un lugar en el que hay mucho movimiento de coches.
Interior de un WTCC. Así es la posición del piloto en el Seat León WTCC: jaula de seguridad, fibra de carbono y fuera accesorios para aligerar el vehículo hasta cumplir con las normas.
Box de Honda. El box para trabajar en los dos Civic, el de los pilotos Tiago Monteiro y Gabriele Tarquini. Aquí están, entre otras cosas, todas las herramientas típicas de un taller y una pantalla para seguir el desarrollo de la carrera.
El backstage del box. Aquí se guardan los neumáticos, slicks y con dibujo para lluvia, o los paragolpes de los coches y además se realizan otras tareas como la construcción de piezas específicas en fibra de carbono.
Motores 1.6 turboalimentados. Todos los motores del WTCC deben de ser esta temporada tetracilíndricos, 1.6 litros y turboalimentados a gasolina. Este es el del Civic.
Tiago Monteiro. Aprovechando la ocasión pudimos hacerle unas preguntas al ex-piloto de F1 y piloto de WTCC Tiago Monteiro. Nos dejó algunas perlas como “no sé cuánta potencia tiene mi coche, más de 300 CV seguro” o “la tracción delantera no debería existir en WTCC“.
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El pit lane y el paddock. En esta foto se puede apreciar las dimensiones del pit lane y del paddock que se encuentra inmediatamente detrás. Ahí descansan los camiones y los stands de la marcas, los talleres de clásicos y monomarcas, etc.
Camiones y pilotos de cartón. No se es piloto de WTCC sin tener una figura de cartón a tamaño real. Delante de los camiones de cada equipo estaban las figuras de sus pilotos.
Taller de clásicos. Una gran carpa en el paddock albergaba los talleres para los clásicos. Estos estaban siendo ajustados y afinados en todo momento. Son los que reciben mayor cariño.
Parking de clásicos/strong>. Algunos de los clásicos que iban a competir descansaban en un aparcamiento poco glamuroso. Y todavía tiene menos glamour tirar de él con un quad.
Zona SuperSeven. El espacio reservado para los Caterham era muy amplio y más de uno se paseaba de vez en cuando por el paddock para llamar la atención.
¿Calor?. Con las elevadas temperaturas que se sufrían en Porto es normal que hubiera stands con piscina. Porque también es importante refrescarte.
Abarth. El preparador del escorpión tiene su propia mini trofeo dentro del evento WTCC.
CPCC, clásicos a correr. Mientras se suceden las calificaciones y las carreras de los turismos hay espacio para que compitan los clásicos preparados bajo el Campeonato de Portugal de Clásicos
Sport Protos. Carrocerías hechas para la ocasión con las ruedas tapadas y un piloto para enfrentarse a una carrera de resistencia. Las carreras son cortas, de unos 30 minutos, lo que obliga a los pilotos a arriesgar mucho más.
Desafío único. Los italianos tienen su hueco en Boavista con una carrera en el que participan modelos Fiat y Alfa Romeo aligerados y potenciados.
Single seaters. Podríamos llamarlos mini Fórmula 1 aunque están a mucha distancia, podría decirse que a medio camino entre un kart y un F1. Estos monoplazas descubiertos con un sonido bastante explosivo.