Un paseo por la historia de los prototipos de Porsche | Por Sergio Álvarez
El pasado lunes tuvimos el privilegio de ser invitados por Porsche al fantástico museo que la marca tiene en Stuttgart. Ubicado en la histórica Porscheplatz de Zuffenhausen, este majestuoso museo – además de una exposición permanente de la que pronto tendréis más noticias – acaba de estrenar una exposición llamada “Projekt: Geheim”, o “Porsche Top Secret”. Se trata de una recopilación de prototipos que por algún motivo u otro nunca llegaron a ver la producción en masa, o simplemente cumplieron su cometido durante el desarrollo de otros vehículos. Sin pena ni gloria, héroes desconocidos que todos los fabricantes tienen, pero que Porsche ha reconocido con honores.
Una colección de vehículos cuya historia será desglosada y pormenorizada con todo lujo de detalles en una serie especial de artículos que se extenderá durante casi dos meses, pero de la que ahora os queremos contar una breve historia fotográfica, un recorrido a pie de museo, cámara en mano, sólo para vuestros ojos. Esta exposición no es permanente, estará abierta al público sólo hasta el día 11 de enero de 2015. Si estáis en Alemania antes de esas fechas, os recomiendo encarecidamente una excursión a este enclave del suroeste del país. Si no podéis pasaros, no os preocupéis, Diariomotor está ahí para vosotros. He de decir que los prototipos que nunca llegaron a ver la luz del día son las historias que más me gusta contar, el “que podría haber sido” del dinámico mundo del automóvil.
La colección de 16 vehículos que Porsche nos ha presentado es impresionante, y algunos de ellos no habían sido jamás revelados al público. Todos los vehículos tienen una historia apasionante detrás, algunas muy cercanas a haberse materializado y que nos dejan un fuerte “dejà vu” al conocer de su existencia. Es el caso del Porsche 989 por ejemplo, una berlina deportiva con motor V8, que en lugar de lanzarse a principios de los 90, lo hizo hace apenas cuatro años en el Panamera. O el desconocido Porsche 984, un verdadero rival para el Mazda MX-5, derivado de un proyecto inicialmente ideado para SEAT cuya rentabilidad impidió su producción. Esto son sólo dos ejemplos de 16 historias individuales que os presentaremos en conjunto en un pequeño viaje fotográfico.
¿Nos acompañáis?
Es pronto, y aunque no lo parezca, a estas alturas del año ya hace frío en Stuttgart. A la entrada del museo, un Porsche 996 Turbo espera tapado con su funda y rodeado por un precinto. Los esquemas de colores amarillo y negro representan las pruebas, lo temporal, lo experimental. Aunque el 996 Turbo no es ningún coche secreto, anticipa lo que nos espera dentro del museo.
Una vez superadas las puertas de este templo, la zona inferior nos recibe con el cartel de la exposición, “Projekt: Geheim”, o “Porsche Top Secret” como se conoce en otros idiomas. Un prometedor cartel del que me distrae bastante más el monoplaza de las Indy Series que se encuentra debajo, movido por una motorización Porsche.
Varios veteranos de la marca – algunos de ellos ya retirados – que han estado implicados en el desarrollo de diversos prototipos nos dan la bienvenida y nos van explicando poco a poco anécdotas, curiosidades y diversos detalles de cada uno de los 16 vehículos expuestos. El afable señor del micrófono estuvo implicado en el desarrollo del Porsche 984, de principio a fin. Pero es una historia que desarrollaremos más adelante.
Dos Porsche 918 Spyder llaman mi atención nada más subir las escaleras mecánicas. El primero no es más que el chasis completo sin carrocería que se empleó en las extensivas pruebas a las que fue sometido. Cientos de vueltas al Ring, kilómetros y kilómetros de carretera y muchas más “perrerías”. De este chasis, tal y como se ve en las imágenes, fue del que se publicaron las primeras imágenes oficiales del 918 Spyder.
No es un Frankenstein, de hecho, aún con sus plásticos, fibra de carbono y metal expuestos, el 918 Spyder es una máquina impresionante que en directo es aún más sobrecogedora.
Porsche no desveló el aspecto de su carrocería hasta el último momento, empleando camuflajes rudimentarios casi hasta el final.
Y su interior, a excepción del volante, recuerda más al Halcón Milenario de Han Solo que a uno de los deportivos híbridos más deseados del momento. La cantidad de equipamiento de medición y control es abrumadora.
El segundo Porsche 918 Spyder es un modelo de preproducción, con el que Porsche dio una vuelta al Nordschleife en 6 minutos y 57 segundos. Escrito con un rotulador bajo su alerón se puede leer “En las simulaciones lo cumplió y en el Ring también, 6’57’’”.
Pero el itinerario empieza realmente en el Porsche FLA, un proyecto del año 1973. Casi un Volkswagen por aspecto, la idea tras este coche era explorar el aprovechamiento de recursos y la eficiencia, creando un coche capaz de tener una vida útil de al menos 20 años con una mecánica a prueba de bombas. Algo que no era un tema baladí hace más de 40 años, en plena crisis del petróleo.
A su lado, un Porsche 924 Turbo con un carenado aerodinámico. La idea era batir el récord de velocidad en larga distancia en el circuito de Nardo, en Italia. Para ello, además de estudios en el túnel de viento, se le equipó con un motor turbo de 250 CV de potencia y un chasis ligero. Ni siquiera llegó a intentar dicho récord. El motivo: ciertos vecinos molestos con una estrella en el capó. ¿Intrigados?
Entre las cámaras, a lo lejos, lo que es reconocible como un 911 deformado aguarda en una esquina. El patito feo de la exposición, un 993 con camuflaje pesado que fue empleado durante el desarrollo de dicha generación de 911. Su interior era completamente moderno, a pesar de su aspecto clásico.
El Porsche 959 comenzó su desarrollo a principios de los años 80, y este “super 911” fue uno de los primeros vehículos de Porsche en emplear el diseño CAD y el túnel de viento en su desarrollo. Un portento tecnológico cuyo primer prototipo tenía este aspecto tan casero. Un estudio aerodinámico con llantas de competición y prácticamente la forma final del 959 de producción. Casi es más bonito con este aspecto “roto y feo”.
En sus aletas, anotaciones a rotulador en alemán, cifras y fórmulas empleadas por los ingenieros en su desarrollo.
El 959 aún presenta un aspecto demoledor en una forma tan primigenia. Esta bestia biturbo de 450 CV aun impresiona, entre otras cosas, por su tremenda cota de anchura.
El deportivo del futuro fue diseñado en 1978 por Porsche y bautizado como Type 995. Este prototipo no fue más que un escaparate tecnológico, al que ni siquiera se le llegó a poner una carrocería. Experimentando con motores de ocho cilindros, cajas de cambio de doble embrague o desconexión parcial de cilindros. Un 928 con soluciones similares también en forma de prototipo está presente en la exposición, aunque no expuesto en estas imágenes.
Otro prototipo fue un estudio aerodinámico sobre un Porsche 911 del año 1984. Merecen especial atención los cubrellantas, la forma de los faros delanteros o las branquias laterales en los paragolpes. Porsche estaba comenzando a experimentar con el túnel de viento, viendo qué ganancias en eficiencia podían conseguirse con un 911.
El Porsche 989 es sin duda una de las estrellas de la exposición. Una berlina deportiva de cuatro puertas, con un diseño inspirado en el 911 y propulsada por un motor V8 de origen Audi… en posición delantera longitudinal. Con cuatro plazas completas, cambio manual y un buen maletero, los costes de producción determinaron su falta de viabilidad, allá en 1991.
Su interior gozaba de asientos de Alcantara y un delicioso aire a principios de los años 90, con una calidad que aún soporta el paso del tiempo, a pesar de ser un vehículo de preproducción.
El Porsche Panamera también se presenta junto al 989, en uno de sus prototipos de desarrollo, aún con polvo en el interior de sus ópticas. Este vehículo es el típico prototipo de desarrollo: carrocería camuflada e interior medio completo. Casi 20 años separan al Panamera del 989.
No se puede pasar de 240 km/h con neumáticos de invierno. Un cartel que sólo veremos en coches alemanes. ¡Benditas Autobahn!
Junto a su creador, el Porsche 984. Un deportivo de motor trasero, un proyecto inicialmente encargado por SEAT, que de aquella época montaba los motores System Porsche en los Ibiza. Tras caerse en la parte española, Porsche trató de continuarlo por su cuenta, pero un tipo de cambio desfavorable marco/dólar truncó su rentabilidad. La inversión era demasiado grande, y el 984 se quedó en un sueño.
El Porsche Junior – otro nombre para el 984 – presentaba un aspecto completamente listo para ser producido. En cierto modo, recuerda a un 928 en miniatura, pero con una longitud inferior a los cuatro metros. En efecto, una verdadera pena.
Su interior estaba adaptado de un 944, pero habría sido diferente de haber llegado a las líneas de producción. Con todo, su aire ochentero es delicioso.
Algunas maquetas de diseño, muy básicas, casi esquemáticas de diversos modelos de la historia de Porsche.
Uno de los retos que Porsche acometió en los años 80 fue dar una vuelta al mundo con un prototipo de preproducción del Porsche 944 Turbo, que empleaba gasolina sin plomo, con el propósito de demostrar su fiabilidad. Recordemos, años 80.
Uno de los experimentos que el tipo de cambio marco/dólar tan desfavorable de finales de los años 80 truncó fue el Porsche 928 Spyder. Totalmente listo para la producción, era un coche abiertamente enfocado al mercado de los Estados Unidos.
Ideado como el eslabón perdido entre el 911 y el 959, el llamado 955 empleaba un motor 3.6 V8 de origen Audi colgado tras el eje trasero. Tampoco se llegó a materializar en un vehículo de producción, y Porsche siguió fiel a los seis cilindros en la saga 911. Hasta hoy en día.
Acechando en la oscuridad, el Porsche 918 Spyder de preproducción es capaz de intimidar a cualquier superdeportivo moderno. Además, con paquete Weissach.
Al fondo, el pequeño 993 sigue agazapado, esperando sus minutos de fama. Nos hemos dejado un par de vehículos en el tintero cuyo aspecto apenas difería de un vehículo de producción, pero con una historia detrás muy interesante, que os relataremos con calma en entregas sucesivas…
