Del Mediterráneo al Cantábrico: nos vamos desde Barcelona a Asturias con un BMW 420d Gran Coupé. Una prueba foto a foto de una berlina que se creía un coupé.
Hace unos meses tuve la oportunidad de convivir de forma intensa con un BMW 420d Gran Coupé. Aún hacía calor y tenía por delante dos semanas acompañado de una berlina que quería ser un coupé. Muchas dudas se arremolinaban en mi cabeza, como por ejemplo, si es una alternativa clara a un BMW Serie 3. Terminé por hacer más de 2.500 kilómetros a bordo de uno de los BMW más bonitos de la actual gama del fabricante bávaro, cruzando España de costa a costa: desde el Mediterráneo en Barcelona, a la Costa Verde cantábrica.
El modelo elegido para semejante kilometrada fue un 420d Gran Coupé, cuyo motor 2.0 turbodiésel de 190 CV combina muy acertadamente una potencia considerable con un consumo muy bajo: a pesar de equipar una caja de cambios automática de 8 relaciones, su consumo homologado es de sólo 4,0 l/100 km. Tendremos que descubrir juntos si dicha cifra homologada es real. También debía comprobar si su forma más elegante y estilizada compromete la practicidad del coche o si por lo contrario, es un coche aún más lógico que un Serie 3.
La prueba comenzó en Barcelona, de donde salí muy cargado con el Paraíso Natural como destino final. El BMW Serie 4 Gran Coupé me acompañó en unas merecidas vacaciones por el norte de la península. En vez de realizar una prueba a fondo al uso, hemos decidido contaros nuestra experiencia con el coche, foto a foto. Una aproximación diferente, visual, en la que hemos querido mezclar algunos elementos ajenos al mundo del automóvil, que contribuyen a la experiencia que vivimos acompañados de este BMW 420d Gran Coupé.
El BMW Serie 4 Gran Coupé es una versión de cinco puertas del BMW Serie 4. Es casi idéntico a un Serie 3 en lo tocante a dimensiones: comparte sus 4,63 metros de largo, sus 1,82 metros de ancho y es sólo 4 centímetros más bajo, con una altura de 1,39 metros.
Estéticamente, es una preciosidad. Su zaga es más estilizada, y su caída del techo mucho más suave. El color gris titanio metalizado de nuestra unidad forma un contraste muy elegante con la crudeza del entorno del Puerto del Escudo, que separa la provincia de Burgos de Cantabria. Aunque era verano, a más de 1.000 metros de altura no hacía ni pizca de calor en la tierra del Cid.
Como integrante de la Serie 4 de BMW, porta orgulloso sus branquias laterales. Un detalle decorativo muy bonito que no comparte con los Serie 3.
El acabado de nuestra unidad era el Sport, aunque lo cierto es que tenía algunos extras de BMW Performance y detalles muy bonitos del catálogo de opciones, como los colines de escape en color negro.
Las llantas de nuestra unidad tenían 18 pulgadas, y estaban envueltas en neumáticos Pirelli runflat de 235 mm de sección.
Tras llegar a Gijón, me paso por «La Cuesta del Cholo», una cuesta empedrada en el casco antiguo de la ciudad donde la gente suele tomar sidra en la calle. El coche llama bastante la atención, y muchos se quedan mirando su carrocería. No sabía que iba a llamar tanto la atención.
Mientras tanto, algunos gijoneses pescan en la zona del rompeolas, aprovechando el buen tiempo de este día soleado de verano.
A pesar de la suspensión deportiva de esta unidad, el filtrado de los baches es muy correcto, incluso sobre pavimento empedrado.
La iluminación bixenón adaptativa funciona de maravilla de noche, con función de luces largas automáticas. De día, su firma lumínica es inconfundible.
El BMW 420d Gran Coupé con caja de cambios automática arranca en 45.805 euros. Esta unidad en concreto llevaba más de 10.000 euros adicionales en equipamiento extra.
En su interior, el BMW Serie 4 Gran Coupé nos ofrece un puesto de conducción con una postura baja. La sensación es inmersiva y la calidad de los acabados y los ajustes nos hacen sentirnos a gusto. Nuestra unidad en concreto hace gala de molduras en aluminio pulido, con inserciones de plástico rojo. ¿Ese fantástico volante sacado de un BMW M4? Es uno de los accesorios de BMW Performance.
El ADN coupé del BMW Serie 4 se deja ver en sus elegantes puertas sin marco. Aunque a nivel interior es casi tan amplio como un BMW Serie 3, el acceso a sus plazas traseras no es tan bueno, ya que sus puertas se abren menos. No obstante, su amplitud es idéntica y también lo es el tamaño de su maletero. El acceso al mismo es más cómodo gracias a su gran portón trasero.
El sistema iDrive de última generación gobierna el sistema de infoentretenimiento, con la habitual suite ConnectedDrive de BMW, que nos permite acceder a servicios de tráfico en directo, consultar el estado del tiempo en destino o incluso ver si la cotización de nuestras acciones va viento en popa. Nos permite escribir letras sobre su superficie táctil para dar instrucciones al navegador.
El BMW 420d Gran Coupé no es un coche hecho para la ciudad. Aunque se defiende en ella sin problema, vamos muy cercanos al asfalto y la visibilidad no es óptima. Necesitamos emprender de nuevo viaje, y visitar más tesoros de la Costa Verde.
Salgo de la ciudad y antes de explorar otras joyas de esta tierra – mi tierra, no penséis que esto es un reportaje turístico encubierto – me dejo caer por la pequeña Playa de la Ñora. Poco más grande que algunas calas mediterráneas, y a pesar de un día excepcional, con un agua más que fresca.
Me apetece darme un baño, pero me espera Lastres y el ascenso al Fitu, una de las mejores carreteras que Asturias es capaz de ofrecernos.
Lastres es un precioso enclave pesquero de la costa asturiana y es mi siguiente parada. Un pueblo con mucho sabor y una enorme cuesta de descenso al puerto. Los 60 km de autopista desde Gijón se solventan en un periquete. A 120 km/h el motor del BMW 420d Gran Coupé gira a menos de 2.000 rpm, con consumos sostenidos inferiores a los 5 l/100 km.
Varios barcos esperan un nuevo día para salir a faenar al mar. Es uno de los pocos puertos pesqueros tradicionales aún en activo en el oriente asturiano.
La serie de TV «Doctor Mateo» puso en el mapa a este pequeño pueblo hace apenas unos años. No se come mejor pescado en muchos más sitios de Asturias.
A muy pocos kilómetros de Lastres está el Mirador del Fitu. Un punto a más de 600 metros de altura, apenas a 5 km del mar en línea recta. Uno de los templos nacionales de las competiciones de ascenso, y una prueba de fuego para la dinámica de este 420d. Bajo el capó, el motor 2.0 TwinPower Turbo desarrolla 190 CV de potencia y quiere demostrarme que sus 400 Nm de par motor entre las 1.750 rpm y las 2.500 rpm son muy reales.
Asociado a una caja de cambios ZF de ocho relaciones, es capaz de acelerar hasta los 100 km/h em 7,3 segundos, con una velocidad punta de 231 km/h. Este cuatro cilindros es algo áspero en frío, y aunque nunca pierde su carácter diésel, es refinado en su banda de utilización convencional.
Para obtener unas vistas de infarto es necesario superar una carretera de curvas muy enrevesada. Una dura prueba que este 420d supera sin dificultad en el modo Sport. Su comportamiento es seguro en todo momento, e incluso me deja deslizar la zaga ligeramente si doy más gas de lo debido en las grandes horquillas de esta carretera. Tanto dirección como caja de cambios se vuelven mucho más responsivos en este modo.
La distribución de pesos en este coche es casi perfecta, y su tracción trasera ayuda mucho a obtener una dinámica excelente. Debo alabar el buen comportamiento de la dirección, así como una carrocería con balanceos muy contenidos que no sacrifica confort en una carretera en peor estado.
Su caja de cambios permite cambios de marcha casi instantáneos en su modo manual, con accionamiento mediante un movimiento de la palanca, no mediante levas. Esta ZF es ya conocida desde hace años, y nunca ha tenido malas palabras para ella. Incluso en modo automático tiene un kick-down sensacional y jamás resulta brusca. Aunque quizá me hubiese divertido más con una caja de cambios manual, habría tenido una mayor sensación de control.
A pesar de ser un diésel sensato y ahorrador, es capaz de estirarse hasta casi las 5.000 rpm sin síntomas de flaqueza.
Paso por Colunga antes de emprender rumbo de vuelta a Barcelona, donde he de devolver el coche en apenas unas horas.
Lo mejor para grandes distancias es el modo EcoPro, el más eficiente. Desacopla la caja de cambios en cuanto soltamos el acelerador – aunque a veces se lanza, en bajadas – y hace un uso más eficiente del climatizador.
Un viaje de casi 900 kilómetros me espera, en el que el coche hará una media de 4,7 l/100 km respetando en todo momento los límites de velocidad establecidos, en una combinación real de autopistas y carreteras secundarias. Este motero nos acompañó durante un rato, y nos despedimos de él con un pulgar arriba y una sonrisa en la cara.
A igualdad de motorización y caja de cambios, un Serie 4 Gran Coupé es 5.500 euros más caro que un Serie 3. Si esta diferencia fuese algo menor, os diría que no tiene sentido la compra de un Serie 3. Este Gran Coupé es igual de capaz y bastante más elegante. Supongo que esta diferencia es el precio de la exclusividad.
Todas las imágenes de esta prueba han sido hechas por Loralein Photography.
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