Como muchos de vosotros, no nací en los años 90, pero me crié en ellos. En mi imaginario popular están los Power Rangers, Dragon Ball, Los Vigilantes de la Playa, el Club Megatrix o los Bom Bom Chip. Además, no podemos negar que los años 90 fueron una gran época para los amantes del automóvil. Una década de oro, con coches aún rabiosamente pasionales, no tan dominados por la electrónica y las normativas medioambientales como los coches actuales. Si has crecido en los 90, estoy seguro de que estos 10 coches habrán marcado tu infancia.
1) Ferrari F50 (1995)
Mi primer coche fue un Ferrari rojo a pedales, y aún conservo un modelo de Bburago a escala 1:18 del Ferrari más especial de los años 90. El 50 aniversario de Ferrari se celebró con el último Ferrari a la vieja usanza: cambio manual, motor 4.7 V12 de 520 CV en posición central trasera y ni una sola ayuda a la conducción. De la Fórmula 1 heredó el bloque de su motor V12 y un chasis monocasco de fibra de carbono. Sin duda uno de los coches más bonitos de la década, olvidado entre los dos mitos que son el Ferrari F40 y el Ferrari Enzo.
2) Plymouth Prowler (1997)
El Plymouth Prowler me causó una profunda conmoción cuando lo vi por primera vez en una revista a finales de los 90. Era un hot rod de producción, un coche de fantasía ofrecido por el Grupo Chrysler junto a sus sedanes y monovolúmenes habituales. Aunque sus formas clásicas y sus ruedas separadas de la carrocería gritaban «V8» a los cuatro vientos, bajo su capó vivía un V6 de 3,5 litros y sólo 220 CV, conectado a una caja de cambios automática de cuatro relaciones. Era tan ligero que sus prestaciones eran similares a las de un Corvette.
3) Mazda RX-7 (1991)
¿Quién no recuerda al Mazda RX-7? Además de ser uno de los vehículos japoneses más icónicos de la década, muchos pudimos pilotarlo en el Gran Turismo, un videojuego que marcó un antes y un después en los juegos de coches. El Mazda RX-7 logró algo difícil: contagiarnos de por vida de esta fantástica adicción, la aficción por el motor. Las curvas seductoras de la carrocería del Mazda RX-7 venían acompañadas de un motor rotativo de 1,3 litros, dos rotores y doble turbo con el que alcanzaba una potencia de 280 CV con un sonido único.
4) Ford Escort RS Cosworth (1992)
El Ford RS Cosworth fue lanzado en 1992, y aún hoy en día es capaz de aguantar el tipo frente a los compactos deportivos más radicales y potentes. La clave de este auténtico pura sangre es su motor Cosworth, un dos litros con culata multiválvulas de 220 CV de potencia, un bloque incombustible con suficiente fiabilidad para soportar preparaciones de 1.000 CV o más. Su sistema de tracción integral, su 0 a 100 km/h en menos de seis segundos y su espectacular alerón trasero partido aún llaman la atención poderosamente hoy en día.
5) McLaren F1 (1994)
El coche más rápido del mundo. Los titulares de las revistas en aquél lejano 1994 no decían otra cosa. No era para menos, la verdad. El mundo se rindió ante el McLaren F1, definitivamente el Coche – con mayúsculas – más representativo de aquella década dorada, que eclipsó a los Bugatti, Jaguar y Ferrari coetáneos sin piedad. Su motor 6.1 V12 era un atmosférico que desarrollaba 627 CV de potencia. Este triplaza era capaz de alcanzar los 371 km/h con su motor BMW, ubicado en un vano motor recubierto de pan de oro.
6) Honda NSX (1990)
Durante la década entera el Honda NSX asombró al mundo. El Ferrari japonés, lo llamaban. Un superdeportivo que demostró que altas prestaciones y una estética espectacular podían ser también sinónimos de comodidad y de fiabilidad. Era un coche tan utilizable en el día a día como en circuito, y fue puesto a punto por un grande como Ayrton Senna. Su motor era un 3.0 V6 VTEC con 280 CV y componentes internos de metales ligeros, capaz de girar a 8.000 rpm de potencia. Una delicia que no dejó de evolucionar hasta su fin de producción en 2005.
7) Dodge Viper (1992)
El Dodge Viper fue lanzado a principios de los años 90, y de nuevo quería demostrar que en Chrysler aún se tomaban en serio las altas prestaciones, sin miedo a Ferrari y la nueva oleada de deportivos japoneses. Su aproximación fue matar moscas a cañonazos: montaron un V10 de ocho litros con 400 CV en un deportivo de chasis ligero, quitaron todo refinamiento posible – como dirección asistida o aire acondicionado – y lo remataron con una carrocería retrofuturista pintada en colores llamativos. Más yankee y musculoso imposible.
8) Nissan Skyline
Otro coche que engloba a la perfección el espíritu de los años 90 es el Nissan Skyline. Este coupé japonés estuvo disponible en tres generaciones diferentes en los 90, los R32, R33 y R34. Antes desconocido en occidente, el Skyline se hizo tremendamente popular gracias al Gran Turismo de la Play Station. Sus versiones GT-R se convirtieron en objetos de deseo gracias a la producción del motor RB26DETT, un bloque con doble turboalimentación de seis cilindros en línea capaz de soportar cientos de caballos más que sus 280 CV de serie.
9) Lamborghini Diablo (1990)
Otro de los coches que marcaron nuestra infancia fue sin duda el Lamborghini Diablo. Un sensacional heredero para el Lamborghini Countach, que consiguió con sus proporciones excesivas y su rugido V12 que no echásemos de menos al veterano Countach. Evolucionando durante la década se lanzaron versiones VT, SV y Roadster, con potencias que llegaron a superar los 600 CV en su versión SE30 Jota. Siempre recordaré el precioso Diablo de color lila que Jamiroquai conducía en el videoclip de «Cosmic Girl», por las carreteras del Cabo de Gata.
10) Toyota Supra (1992)
El Toyota Supra fue otro de los grandes deportivos japoneses de los años 90, en una década que fue claramente dominada por las máquinas procedentes del Imperio del Sol Naciente. El Toyota Supra fue lanzado en 1992, y compartía con su generación precedente el brillante motor 2JZ-GTE de doble turboalimentación, un propulsor de tres litros limitado por ley a 280 CV pero capaz de mucho más en las manos de un preparador. El Toyota Supra es hoy en día un clásico moderno altamente cotizado, y su leyenda no ha hecho más que empezar.
Y hasta aquí llegamos. Sí, hemos dejado muchas máquinas espectaculares en el tintero. No os extrañéis de la ausencia del Renault Spider, del Opel Calibra o del Mitsubishi Lancer Evolution – sin olvidarnos del Jaguar XJ220 o el Bugatti EB110 – pues esta lista no busca ser exhaustiva, sólo reflejar una opinión personal y explicar por qué considero icónicos a estos coches. Los 90 fueron una gran década y tened la certeza de que no será la última vez que la visitemos. ¿Cuales han sido tus coches icónicos de los años 90? ¿Cómo los descubriste?