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Que el diésel está tocado de muerte es algo que hoy en día todos sabemos, y que hace diez años en un panorama a nivel europeo donde los motores de gasóleo dominaban con mano de hierro nadie hubiese imaginado. Sin embargo, el dieselgate con Volkswagen a la cabeza lo cambió todo y dio lugar a una demonización de este combustible sin precedente.
Así pues, hemos llegado a un año 2020 donde casi el 53 % de los vehículo vendidos en España son de gasolina, por un 28 % aproximadamente de gasóleo. Una tendencia que ha desembocado en que muchas marcas estén abandonado el diésel (bien ya lo hayan hecho, están en proceso o se lo están planteando seriamente), algo que en cierta medida puede ir en contra de sus intereses, ya que un motor impulsado por gasóleo posee unas emisiones de CO2 por kilómetro recorrido menores que su homólogo de gasolina (por un lado gasta menos, y por otro, en el proceso químico de combustión del diésel se produce menos dióxido de carbono), siendo esos gramos de vital importancia para poder esquivar las cuantiosas multas impuestas por la Unión Europea debido a la normativa CAFE que establece un máximo de 95 g de CO2/km.
Por último, sin dejar de lado este enfoque más técnico, no podemos olvidar que un propulsor diésel homologado bajo la normativa de emisiones Euro 6d es tan respetuoso para el medio ambiente como un gasolina actual. Así, y por regla general, el diésel emite menos CO2 y más o menos la misma cantidad de partículas sólidas, con la salvedad de que sí libera mayor cantidad de NOx. Con todo esto sobre la mesa, cabe preguntarnos: ¿cuáles son esas marcas que han abandonado el diésel y no volverán al gasóleo jamás?
Marcas de coches que ya han abandonado el diésel
Comenzamos por los fabricantes que a día de hoy no ofrecen ningún diésel entre su gama de modelos vendida en España, y sí lo ofrecieron en el pasado. Con esto dejamos fuera firmas que por razones obvias no poseen ningún turbodiésel entre sus modelos, dígase Aston Martin, Ferrari o Pagani, por ejemplo.
Así pues, en primer lugar con encontramos con el fabricante de lujo japonés Lexus, quien en su momento ofreció el 2.2 turbodiésel de origen Toyota en el IS 220d de 177 CV Euro 4 e IS 200d de 150 CV Euro 5, y que a día de hoy solo cuanta con mecánicas híbridas de gasolina y un V8 atmosférico en el LC500. Siguiendo con los fabricantes japoneses también tenemos el caso de Subaru, que desarrolló el primer bóxer diésel con el objetivo de llevarse una pequeña parte del pastel de ventas europeo, un propulsor 2.2 de 150 CV que tampoco ofrece en la actualidad, apostando en su mayoría por mecánicas atmosféricas de gasolina o híbridas, así como soluciones adaptadas a GLP.
Suzuki también es otro de los fabricantes nipones que ha prescindido de los propulsores turbodiésel, tan interesantes y necesarios en aquellos Vitara de hace 20 años que recurrían a un vetusto 1.9 TD de origen PSA, y más recientemente a otros con sello italiano (Fiat) para el también extinto SX4. Aunque a día de hoy nos encontramos con motores atmosféricos de gasolina, su apuesta por la hibridación ligera es clara en la nueva hornada de actualizaciones que ha ido lanzando, sin olvidarnos del reciente A-Cross híbrido enchufable.
Otro caso de diésel olvidados lo tenemos en Porsche, quien recurrió a un V6 TDI y un V8 TDI para sus Cayenne y Panamera, una mecánica que casa a la perfección con esos dos colosos que coquetean con las dos toneladas, y pensados para hacer grandes kilometradas por autopista, pero que con el escándalo en la casa matriz de la marca no podían jugársela y decidieron eliminarlos de su catálogo, con una fuerte apuesta por lo híbrido y lo puramente eléctrico. Por último, también nos encontramos con Smart, quien en su momento llegó a ofrecer 0.8 tricilíndrico para fortwo y un 1.5 tricilíndrico para forfour, pero que con la tercera generación sólo ofreció gasolina y con la renovación de 2019 sólo se encuentran disponibles con mecánicas eléctricas.
Marcas de coches que están abandonando el diésel
Vistas las marcas que ya no ofrecen ninguna mecánica diésel, toca ahora mencionar las que se encuentran verdaderamente en la senda de conseguir lo mismo y están realizando grandes esfuerzos. Así pues, en primer lugar nos topamos con una Volvo que sólo cuenta con un 2.0 turbodiésel en diferentes niveles de potencia, y que su apuesta por los híbridos e híbrido suaves, todos ellos en armonía con un bloque gasolina, es más que evidente.
En este mismo camino se sitúa Toyota, abanderada de los híbridos desde el año 1997 con su primer Prius, y que a día de hoy cuenta con esas mecánicas full-hybrid en prácticamente todos sus modelos, salvo en los Aygo, GT86 y Supra que son 100 % gasolina. Sin embargo, desprenderse de estos motores de gasóleo en los Land Cruiser y Hilux es bastante más complicado, ya que el extra de par y menores consumos que ofrecen es fundamental en esos dos modelos. En esta misma tesitura se encuentran los británicos de Land Rover, ya que no hay mecánica más ideal que un turbodiésel para sus grandes 4×4, aunque están recurriendo a la tecnología híbrida enchufable del P400e como alternativa. Por el contrario, más fácil lo tiene su marca hermana Jaguar para eliminar los 2.0 D y 3.0 TDV6 se su portfolio, y seguir con esa tendencia de gasolina, híbrido y eléctrico.
Asimismo, Fiat es otra marca que también ha iniciado la tendencia de abandono del gasóleo, algo muy lógico si tenemos en cuenta que su gama se articula principalmente en pequeños urbanos, donde ya está incorporando motores mild-hybrid e incluso versiones totalmente eléctricas. Para terminar con ese apartado tenemos a Honda, quien a día de hoy sólo ofrece el Civic Sedán 1.6 i-CDTI con mecánica diésel de 120 CV, y que tiene los días contados, sobre todo al ver el buen rendimiento y bajos consumos del 1.5 Turbo que también monta ese modelo.
Marcas que muy probablemente abandonen el diésel
Por último, no nos podemos olvidar de quienes han prometido eliminar esas versiones de gasóleo, pero que a vista de su situación actual se ve algo muy complicado a corto plazo, al menos a ojos de quien escribe estas líneas. Por un lado tenemos a Renault, pero lo cierto es que sus bloques dCi son los más interesantes los grandes modelos de la firma del rombo, como el Kadjar, el Koleos, Talisman o Espace, y también fundamentales para los Navara y X-Trail, siendo igualmente otra opción muy válida en los Qashqai, Duster o Scénic.
Igualmente, también se sitúa a Alfa Romeo como una de las marcas que acabará abandonando el diésel en una posible apuesta por la electrificación. Algo posible, y más viendo que la gestión de Alfa a lo largo de su historia se caracteriza por periodos de luces y sombras, y por todo tipo de volantazos a última hora. No obstante, lo que sí podemos afirmar es que los 2.2 JTD de los Giulia y Stelvio son bloques de relativa nueva factura, con mucho potencial por delante, y que una muerte tan prematura carece de sentido. No obstante, veremos qué mecánicas nos deparará el futuro Tonale.
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