Hay muchas innovaciones de los coches modernos que damos por hechas, como los Head-Up Display, el ABS o las lunetas térmicas. Nos hemos acostumbrado tanto a usarlas y nos facilitan tanto la vida, que es sencillo olvidar que hace no tanto tiempo, esas tecnologías estaban reservadas al uso aeronáutico o militar. En este artículo os vamos a contar el origen aeronáutico de muchas de las tecnologías que usamos a diario en nuestros coches, y que sin la rápida evolución de su industria y los conflictos mundiales del pasado siglo, no habrían sido posibles.
1) Head-Up Display
El Head-Up Display proyecta sobre el parabrisas información valiosa para nuestro viaje, como la velocidad, indicaciones del navegador o avisos de los asistentes a la conducción. No es intrusivo y nos evita apartar la vista de lo realmente importante, la carretera. Esta innovación – basada en la proyección de un tubo de rayos catódicos o una pantalla LCD sobre un espejo cóncavo – nació en el mundo de la aviación de combate, y los primeros prototipos datan de la Segunda Guerra Mundial, estandarizándose a nivel mundial durante los años sesenta.
2) Radar
Los coches modernos cuentan con tecnología de radar, usada para medir distancias con respecto a otros vehículos y obstáculos. Son vitales para el funcionamiento de sistemas como el control de crucero adaptativo y son una herramienta esencial para el futuro de la conducción autónoma. Funcionan mediante la emisión de ondas de radiofrecuencia, que rebotan en otros objetos, cuya información (tamaño, forma y distancia) es reinterpretada por el sistema. La tecnología fue desarrollada antes de la Segunda Guerra Mundial, y se convirtió en un estándar durante el conflicto.
3) Los turbocompresores
Hoy en día casi todos los coches emplean tecnologías de turboalimentación, que han incluso desplazado a los compresores. Estos sistemas de sobrealimentación fuerzan aire a presión al interior del motor para que pueda desarrollar un mayor nivel de potencia. Inicialmente, fueron desarrollados para contrarrestar la baja cantidad de oxígeno a elevada altitud, que impedía a los motores de los aviones generar potencia, limitando su techo operativo. Las primeras patentes datan de la Primera Guerra Mundial, y su uso se popularizó en la Segunda Guerra Mundial.
4) Inyección directa de combustible
Aunque la inyección directa – el combustible se pulveriza directamente en el interior de la cámara de combustión, no en los colectores de admisión – es el estándar en el mundo de los coches, no se popularizó a gran nivel hasta la llegada de los motores diésel common-rail. No obstante, su primera aplicación generalizada fue el Messerschmitt Bf-109, cuyo motor V12 invertido desarrollado por Daimler equipaba el primer sistema de inyección directa. Esto evitaba calados del motor y falta de alimentación de combustible en picados y maniobras sujetas a fuerzas G muy elevadas.
5) ABS
El sistema antibloqueo de frenado es uno de los más útiles en existencia, permitiendo acortar las distancias de frenado y mantener el control del vehículo en todo momento, sin perder su capacidad de guiado. El primer sistema parecido al ABS fue inventado en 1920 por Voisin, con el objetivo de que los aviones mantuviesen su trayectoria y frenasen en poca distancia al aterrizar. El primer sistema moderno ABS fue el Dunlop Maxaret, que pasó a ser empleado de forma generalizada en aeronaves tanto civiles como militares durante los años cincuenta.
6) El «night panel» de Saab
Como propietario de un Saab, tenía que hacer una referencia a esta tecnología. Apretando un botón, todas las luces del cuadro de instrumentos, pantallas y otros sistemas del coche se apagan. Solo queda encendido el velocímetro y algunos botones de la consola central, permitiéndonos viajar de noche de forma más tranquila y relajada, mejorando nuestra concentración en la carretera. Un sistema realmente efectivo directamente derivado de la aviación, donde esta tecnología es usada con asiduidad en vuelos nocturnos.
7) Cristales calefactados
Unas finas resistencias eléctricas cruzan los cristales traseros de todos los coches modernos, y esos mismos filamentos incluso pueden encontrarse en algunos parabrisas. Es un sistema muy importante, y nos ayuda a que el cristal se desempañe o descongele, permitiendo una buena visibilidad hacia el exterior. Aunque el sistema fue patentado en los años 30 para coches, no se popularizó en masa hasta la Segunda Guerra Mundial, montado en la carlinga de los aviones, que a gran altitud sufrían problemas de congelación y baja visibilidad.
8) Navegación GPS
El sistema GPS es un sistema de radionavegación basado en el geoposicionamiento de un receptor con respecto a las ondas emitidas por una red de satélites. Fue creado por EE.UU. con el objetivo de mejorar la navegación aérea – tanto civil como militar – y desde los años ochenta se permite su uso civil. Esto ha permitido que nuestros coches lleven navegadores basados en tecnología GPS, y también permiten que todas sus tecnologías de ubicación funcionen perfectamente. También ha sido clave en la expansión de ciertos servicios móviles.
9) Sistemas de aerodinámica activa
Los coches actuales pueden equipar sistemas que cierran el paso de aire al radiador para mejorar la aerodinámica, y en ciertos vehículos muy deportivos sistemas de aerofreno o spoilers retráctiles. Todos estos sistemas fueron diseñados inicialmente para su uso en la aviación, y algunos como los flaps, son tan antiguos como la propia aviación. La aerodinámica es una disciplina especialmente cuidada en los coches modernos, y no solo a la hora de reducir su consumo de energía si no a la hora de mejorar su dinámica y seguridad a bordo.
10) Monocascos de fibra de carbono y aluminio
La primera aplicación de materiales ligeros como el magnesio, el aluminio o la fibra de carbono, fue el mundo de la aviación. La ligereza es clave y desde su propio nacimiento, la aviación ha buscado incesantemente la forma de mantener el peso de los aviones a raya. El chasis tubular nació en la aviación, los monocascos de aluminio unidos con pegamento industrial nacieron en la avión y el uso extendido de la fibra de carbono llegó en los años 80 a la aviación civil y militar, para llegar al mundo de los coches a principios de los noventa.
10+1) Conducción autónoma y cajas negras
Los primeros sistemas de piloto automático se crearon antes de la Primera Guerra Mundial, y las primeras cajas negras – «grabadores de vuelo», o «flight recorders» – fueron usadas durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, la Unión Europea plantea que todos los coches equipen cajas negras para analizar accidentes y otro tipo de situaciones, mientras que el advenimiento del coche autónomo y el diseño de sus sistemas se está basando, en gran medida, en los sistemas de piloto automático de la aviación comercial moderna.