Tras la Segunda Guerra Mundial nacía Alpine, un pequeño preparador de deportivos de carreras afincado en un taller de Dieppe, en Francia. Desde sus comienzos, Alpine trabajó en la construcción de deportivos de carreras basados en los modelos Renault de la época. Hasta aventurarse en la creación de auténticos deportivos que, sobre la base de aquellos Renault, gozaban de innovaciones tales como el empleo de fibra de vidrio.
Durante muchos años, Alpine era considerada como una marca desaparecida. En cualquier caso, y tras ser adquirida por Renault en 1973, la marca francesa aparcó el proyecto Alpine desde mediados de los años noventa, para retomarlo justo cuarenta años después del nacimiento del Alpine A110, uno de sus modelos más recordados y representativos.
A partir de ahora, Alpine no será únicamente un producto, y ni tan siquiera una gama de productos. Renault pretende que avance como una marca con entidad propia, aprovechando el resurgir de algunos iconos clásicos en productos de cierto corte exclusivo, con diseño retro, y con una filosofía deportiva o de lujo.
El regreso de Alpine y el remake del Alpine A110
La nueva Alpine ya está de regreso. El año que viene aterrizará en los concesionarios el Alpine A110, un deportivo que recupera algo más que el nombre de aquel coupé que dejase de fabricarse hace ahora cuatro décadas. Un regreso por todo lo alto, en el que Alpine pretende ser la viva imagen del coupé ligero y deportivo.
El Alpine A110, sin ir más lejos, marcará sobre la báscula poco más de 1.000 kilogramos y gozará de unas prestaciones la mar de interesantes, con un motor de cuatro cilindros y 1.8 litros de desplazamiento, turbo, 255 CV de potencia, caja de cambios automática de doble embrague – desarrollo Getrag – y un 0 a 100 km/h en el entorno de los 4,5 segundos.
Los planes de Alpine van más allá del A110
Aunque regresar de la mano del Alpine A110 haya sido todo un acierto primero, para homenajear a su clásico más representativo y, segundo, como declaración de intenciones, Alpine tiene planes si cabe más ambiciosos.
La gama Alpine no se limitará a un único producto, el A110, y ni tan siquiera a productos de enfoque únicamente deportivo. El objetivo de Alpine pasa por ofrecer toda una gama de productos, en la que no solo habrá sitio para deportivos, sino también para carrocerías tan alternativas como un SUV. Alpine también ha previsto que sus productos se comercialicen en puntos de venta específicos.
Por otro lado, los productos de Alpine estarán completamente diferenciados de Renault. Además de tener su propio emblema, serán productos con diseños y plataformas propias. En cualquier caso, sí que habrá transferencia tecnológica entre ambas marcas. Sin ir más lejos, el motor 1.8 de 255 CV de potencia que empleará el Alpine A110 se estrenará primero en productos de la marca Renault, empezando por un Renault Espace TCE de 225 CV de potencia.