Mazda y SKYACTIV
Mazda es posiblemente el fabricante que ha abogado por soluciones mecánicas más peculiares e interesantes, con una nueva gama denominada comercialmente como SKYACTIV. Hablamos de motores que rompen con la tendencia actual del resto de fabricantes, de abogar por cilindradas más reducidas y motores que alcancen eficiencia y potencia a base de turbo. Leer “nadando contracorriente, nuestro análisis de SKYACTIV“. De manera que su gama de motores se basa en bloques diésel con cilindradas altas, pero consumos reales contenidos y una relación de compresión inusitadamente baja para un motor de estas características. Gracias a esa tecnología, sus motores consiguen cumplir con los cada vez más estrictos límites de emisiones sin tratamientos adicionales, como trampas de NOx, o catalizadores basados en AdBlue.
En cuanto a motores de gasolina, se diferencian por haber abogado por una gama de motores – con relación de compresión muy alta – orquestada en torno a bloques atmosféricos. La única excepción la tenemos en un motor, el SKYACTIV-G 2.5 Turbo de 250 CV, llegado para satisfacer las necesidades de un gran SUV como el CX-9 (y no depender de un motor V6) y probablemente destinado a las versiones más deportivas de la gama.
Mazda también está desarrollando un motor rotativo, que ya vimos en un prototipo (ver Mazda RX Vision Concept). Los motores rotativos tienen una presencia primordial en la historia de Mazda, hasta el punto de que incluso se convirtió en el corazón del coche de carreras que les permitió vencer en las 24 Horas de Le Mans de 1991, logrando ser el primer fabricante nipón en conseguir tal hito y, obviamente, el único motor rotativo en conseguirlo. Ver entrevista a Ichiro Hirose, responsable de Investigación y Desarrollo de Mazda en Europa.
Mazda trabaja ya en sus futuras generaciones 2 y 3 de SKYACTIV, en las que pretenden mejorar aún más la calidad de la combustión, abogando incluso por acercarse al ideal del motor adiabático, un motor con un equilibrio térmico perfecto (ver todo sobre SKYACTIV-G 2 y 3).
El modelo con más historia, e influencia, de Mazda es – con diferencia – el Mazda MX-5. Renovado recientemente, el Mazda MX-5 es el descapotable más vendido de la historia. En su última versión se comercializa con motores de gasolina, dos plazas, tracción trasera, y techo de lona, y es uno de los roadster más económicos y recomendables del mercado.
La gama Mazda arranca con un utilitario y un compacto de volumen, el Mazda 2 y el Mazda 3. Por encima, también existe un Mazda 6 que se sitúa como la berlina de referencia de la marca.
Y en torno a esas tres plataformas, se articula una gama de modelos en la que recientemente se introducía el Mazda CX-3, un crossover de dimensiones contenidas; y el Mazda CX-5, un SUV compacto. Dos modelos que sin lugar a duda se han convertido en los verdaderos best-seller de la marca.
Mazda es una de las marcas que más ha crecido en España en los últimos años (ver ventas de Mazda en España en 2014). En 2014 Mazda rondó las 10.000 matriculaciones, con unas cifras muy dependientes del Mazda CX-5, que supone una de cada dos matriculaciones de la marca. En los últimos años se espera que esas cifras aumenten aún más, sobre todo animadas por la llegada de otro best-seller, el Mazda CX-3.