Cada vez que conocemos una nueva subasta, o una nueva venta privada, y el precio que alcanzan deportivos y superdeportivos, ya sean clásicos o modernos, nos echamos las manos a la cabeza. Cada vez nos sorprendemos menos, también es cierto, pues parece que se empieza a convertir en usual que los precios astronómicos sean la norma. En definitiva, cualquier coche por el cual el mercado tenga cierto interés (ya sea por pura especulación o por algo más) es cada día más caro y esta burbuja no tiene pinta de que vaya a explotar por el momento. En este contexto, se puede entender que paguen 1,2 millones por un Lamborghini bastante especial, que el Ferrari 458 Aperta se venda ya por el 100% de su precio original o que en el mercado de segunda mano el Porsche 911 R llegue ya a sixtuplicar el precio de fábrica. Pero, ¿quién en su sano juicio pagaría 1,5 millones de dólares por un vulgar GMC Suburban?
El nombre Suburban es el más longevo de entre todos los coches que están actualmente en producción. Se vio por primera vez en 1935 y desde entonces la General Motors ha vendido el Suburban bajo distintos formatos y marcas. Actualmente el Chevrolet Suburban es un enorme SUV, de esos que tanto que gustan en tierras yankees, con enormes motores V8 bajo el capó y capacidad para acomodar en su interior a un equipo de béisbol. Hasta hace unos años se vendía bajo la marca GMC y, como es de esperar en un modelo tan popular, durante todo este tiempo se han vendido millones de Suburban. Este coche está en las antípodas de la exclusividad y en Estados Unidos se pueden encontrar ejemplares por unos 2.000 euros.
Sin embargo, el progatonista de estas líneas no es un GMC Suburban cualquiera. Con veinte años de antigüedad y más de 183,000 kilómetros en el odómetro, su actual propietaria ha tenido la osadía de ponerlo a la venta por 1,5 millones de euros, o lo que es lo mismo: 1,39 millones de euros. Aunque podría parecer que la propietaria ha perdido la cordura, tiene una razón de peso -a su parecer- para pedir este dinero: este coche es en el que fue asesinado uno de los mejores raperos de la historia, Notorious B.I.G.
La actual dueña compró el Suburban en una subasta pública en octubre de 1997, meses después del asesinato de Christopher George Latore Wallace, más conocido como Notorious B.I.G. o Biggie Smalls (uno de sus cariñosos motes). El 9 de marzo de 1997, Notorious se dirigió a un evento musical precisamente en el Museo Petersen de Automoción, en Los Ángeles. Al término del evento y cuando ya volvía a casa, un coche paró al lado de este GMC Suburban y abrió fuego, acabando con la vida del rapero estadounidense.
La puerta del copiloto con los impactos de bala fue requerida por la policía para la investigación del asesinato; reemplazada correspondientemente, la dueña del Suburban no supo del turbio pasado del coche hasta 2005. Aún así, el coche sí conserva aún el rastro de un balazo en uno de los cinturones de seguridad y, en caso de ser vendido, la policía entregará al nuevo propietario la puerta original agujereada con los impactos de bala.
¿Y por qué 1,5 millones de dólares exactamente? También tiene una respuesta: es el dinero que alguien está pidiendo por el BMW 750iL en el que fue asesinado Tupac, archienemigo de Notorious y otra de las figuras legendarias del rap a nivel mundial. Si alguien paga esa barbaridad por un BMW de 1996, quizá haya otra persona dispuesta a hacerse con un GMC de características (a nivel histórico) similares. A la venta en el portal Moments in Time, en cualquier caso los hipotéticos compradores se llevarán principalmente un trozo de historia, una página del libro que narra la trayectoria del hip-hop. La pregunta ahora es: ¿habrá alguien dispuesto a desembolsar tal cantidad?
Fuente: The Guardian