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El legendario deportivo de ensueño de muchos tiene alma de estrella de cine, faros de Toyota Corolla y transmisión Renault, pero hace 20 años que lo echamos de menos

Hace 20 años nos quedamos sin uno de los coches más icónicos que jamás hayamos visto en las calles. Un coche con encanto propio, capaz de rivalizar incluso con los Porsche, Ferrari y Lamborghini de su época y se mantuvo fiel a sus principios. Pertenece, además, a una raza de coches prácticamente extinta en la actualidad, de modo que verlo nos recuerda a aquellos años donde los diseños de los vehículos irradiaban encanto.

20 años de la marcha del legendario Lotus Esprit

Lotus Esprit, icónico deportivo con diseño atemporal.

Tiempo atrás ya hicimos un repaso a la historia del añorado Lotus Esprit, un coche de cine tanto por su aspecto como por su aparición en películas como la saga James Bond, donde apareció en versión submarina en ‘La espía que me amó’ y el Turbo Esprit de ‘Sólo para tus ojos’ así como en manos de Richard Gere y Julia Roberts en un Lotus Turbo Esprit SE en ‘Pretty Woman’. Un coche con un recorrido de nada menos que 30 años de historia.

Y precisamente hace 20 años que dejó de comercializarse, centrándose la marca en los Elise/Exige y después en los Evora antes de cambiar de manos cual pelota de baloncesto. Hoy día, Geely trata de sacar del olvido a la marca, pero con modelos eléctricos de gran peso diametralmente opuestos a la filosofía original del genial Colin Chapman, de momento un retorno de un Esprit de pura raza se antoja improbable.

El Esprit S4 fue la versión final, manteniendo muchos aspectos del S3…incluidos faros de Corolla

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En concreto, nos centraremos en el Esprit S4, la revisión final realizada por Julian Thompson, que a su vez trabajó en la base del S3 de Peter Stevens que suavizaba las líneas en forma de cuña de Giorgetto Giugiaro. Un S4 más moderno, de entrada incluyendo dirección asistida, pero que mantenía muchos aspectos del modelo anterior. Incluyendo los faros traseros, que eran…tomados del Toyota Corolla AE86, un deportivo mítico con faros de un ídem.

Utilizar piezas de coches comunes era habitual a la hora de hacer este tipo de superdeportivos de bajo volumen de producción, como ha ocurrido con varios modelos de Lamborghini (caso del restyling del Diablo o el Gallardo) por cuestiones de homologación. De hecho, las manetas de las puertas venían de un Austin Allegro y los airbags de GM. Y hay más, muchas curiosidades más en estos Esprit que mantuvieron hasta los 90 y principios del siglo XXI el diseño de faros escamoteables del Esprit original de Giugiaro.

Su motor estrella era el V8 Biturbo

Vista lateral Lotus Esprit GT3 destacando su diseño aerodinámico y líneas clásicas.

Para estos S4, se partía del motor 4 cilindros turbo 2.2 del Esprit anterior con 264 CV, aunque el Esprit Sport 300 elevaba la potencia hasta los 300 CV. También hubo una versión Esprit GT3 con el motor 2.0 turbo, procedente del motor que se utilizaba en el mercado italiano por cuestiones fiscales, además de contar con cambios en el interior. Pero el motor estrella vendría en 1996.

Lotus utilizaría su propio motor V8 918 a 90º en bloque de aluminio con dos turbocompresores Garrett a partir de 1996. Un motor con potencial para competir – de hecho, se utilizó en el Esprit GT1 que compitió en las 24 Horas de Le Mans – entregando unos 500 CV, pero se limitó a 355 CV para preservar la caja de cambios UN-1 de origen Renault (derivada de la que utilizaba, por ejemplo, el 21 Turbo), pese a que se había reforzado (sobre todo en la carcasa del diferencial) por parte de Lotus.

Su versión definitiva fue, sin duda, el Esprit Sport 350

Subasta Coches Motos Richard Hammond Julio 2021 Lotus Esprit Sport 350

De hecho, la caja de cambios UN-1 ha sido siempre uno de los puntos clave del Esprit S4. Es una transmisión robusta de por sí, pero su punto débil reside en la longitud del eje de transmisión. Las UN-1 modificadas por Lotus se diferencian por los cambios en la corona y el piñón, entre otros ajustes para aguantar unos 400 Nm. Gracias a esta caja, era capaz de pasar de 0-100 km/h en 4,1-4,3 segundos según versión, alcanzando los 282 km/h de punta.

Las versiones V8 SE contaban con un interior más lujoso, mientras que los V8 GT eran más deportivas con un interior más espartano. En 1999 saldría el que seguramente sea el mejor Esprit de todos: el Esprit Sport 350, aligerado hasta los 1.300 kg en vacío con un alerón de fibra de carbono, frenos AP Racing y reglajes de suspensión más rígidos. Sólo se fabricaron 50 de estas unidades, de modo que son auténticos unicornios.

Un deportivo de la vieja escuela, muy ágil al ser motor central

Lotus Esprit V8, silueta icónica con aire deportivo y diseño atemporal

Su conducción es de la vieja escuela en todos los sentidos: incluso los V8 cuentan sólo con ABS, ni control de tracción ni de estabilidad (aunque en algunos clásicos se les ha instalado uno de aftermarket). Es un coche de conducirlo estirado, con poco espacio para la cabeza pero sí para las piernas. Al llevar un V8 biturbo, no es del todo ligero, pero sí es rápido, bastante ágil y rápido en la respuesta de la dirección y la suspensión. Ojo, eso sí, a conducirlo en días de lluvia.

No sería el más potente de su época, ni tendría la misma calidad de acabado que otros rivales directos, pero es sin duda un coche con carácter propio que, si uno se lo puede permitir, es una experiencia al volante singular (Classic Motorsports). Buscando por Europa, es posible encontrar unidades por entre 50.000 y 60.000 € con volante a la izquierda, además de las existentes en Reino Unido con volante en el lado opuesto, teniendo en cuenta que requiere de un mantenimiento propio de superdeportivo de los 90.

20 años sin este icono del motor

Vista íntima del icónico habitáculo del Lotus Esprit con su minimalismo británico.

El final del Esprit llegaría en 2004, no sin antes tener un rediseño final: en 2002, Russell Carr cambió los faros procedentes de Toyota para utilizar los faros redondos procedentes del Lotus Elise contemporáneo, pero sin ningún cambio en la mecánica. Las ventas se fueron diluyendo hasta que llegó el final de la producción, poniendo fin a casi 30 años de historia del Esprit.

Como dato extra, hasta tuvo su propia saga de videojuegos: los Lotus Esprit Turbo Challenge, Lotus II y Lotus III, juegos estilo ‘Out-Run’ que salieron para plataformas como los Amiga, Atari ST o Sega Mega Drive. Son juegos excelentes para la época, similares a los ‘Top-Gear’ (con gran fama en Brasil) con los que compartían aspectos, sobresaliendo sobre todo en el apartado musical. Contribuyeron, en gran parte, a que muchos pudiéramos soñar de pequeños con tener un Esprit en el garaje de casa.

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David Durán

Habiéndose criado a pocos kilómetros del Circuito de Jerez y viendo cierto trío de ingleses hablando de coches desde pequeño, para David Durán decantarse por el mundo del motor no le fue difícil. Desde que se cruzó con un Ferrari F40 y un Lamborghini Diablo en plena carretera en un 'simple' viaje familiar, siempre ha querido estar ligado a la automoción. Seguir leyendo...

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