El mundo automovilístico está experimentando importantes cambios que, en mayor o menor medida, no están sentando demasiado bien a los petrolheads. Y aunque bien es cierto que estos están llegando al mundo de la competición, algunas han sabido adaptarse a las mil maravillas a estos tiempos que corren sin perder su esencia, siendo claro ejemplo de ello las 24 Horas de Le Mans, una aventura que hemos vivido gracias a Mobil 1.
Cómo es vivir de cerca las 24 Horas de Le Mans
Fueron cuatro días los que invertimos con la marca de aceites -principal proveedora de equipos como Toyota o Porsche- para poder vivir de la manera más pura la carrera. Y aunque lo más impresionante resultan los coches dándolo todo sobre el mítico circuito francés, poder conocer los entresijos que conforman las 24 Horas de Le Mans es cuanto menos embriagador.
Una vez allí, comenzamos con las entrevistas a los pilotos, contándonos estos sobre sus anteriores carreras, su mentalidad de cara a las 24 Horas y, sobre todo, sobre su preparación. Entre ellos pudimos hablar también con el mítico Jenson Button, y sobre las diferencias entre la Fórmula 1 y la disciplina que exige Le Mans.
Pero pese al gran esfuerzo que supone para los pilotos darlo todo en una carrera tan exigente y estratégica como las 24 Horas, no son los únicos que sudan la gota gorda. Esto lo pude descubrir visitando los talleres de Toyota o Porsche Penske, donde mecánicos e ingenieros estaban perfectamente alineados y dispuestos a darlo todo.
De hecho pudimos vivir en directo un pit stop, lo que implica que, en cuestión de segundos, los mecánicos pasan de estar durmiendo con un ojo abierto o descansando a estar totalmente listos para lo que haga falta. Repostaje, cambio de neumáticos y limpieza del limpiaparabrisas sucede en un abrir y cerrar de ojos.
Aún así, el verdadero drama llega cuando cae la noche, situación que pudimos vivir desde dos míticas curvas del circuito. No obstante, una bandera amarilla y la lluvia hicieron que fuese más complejo de lo habitual poder vislumbrar a los coches dándolo todo cuando se va el sol.
A todo ello debo sumarle el vivir la experiencia desde el Porsche Hospitality, lugar donde uno no solo puede desayunar, comer o cenar tranquilamente durante la carrera, sino también disfrutarla desde la gran pantalla o salir a la terraza superior y ver a los coches en riguroso directo. A ello debemos sumarle que el Hospitality está situado justo en la línea de meta, por lo que están garantizadas unas buenas vistas.
¿Por qué es tan importante Mobil 1 en Le Mans?
Pero nada de esto habría sido posible sin Mobil 1, patrocinador de equipos como Porsche o Toyota y, lógicamente, suministrador de aceite. A fin de cuentas, que este componente esté a la altura de las exigencias de la carrera y el coche es tan importante como la preparación de los pilotos y del resto del equipo.
Estamos hablando de un elemento que se encarga, ni más ni menos, que de la lubricación de un motor de competición. Es por ello que el trabajo de desarrollo que implica el aceite de Mobil 1 es fundamental, encontrándonos con productos como el 10W-60.
Se trata, concretamente, de un aceite ideado para motores de competición y alto rendimiento, aunque también se puede emplear en un coche normal y corriente. Ahora bien, tan importante es mantener al coche de Le Mans a punto en términos generales como cambiar el aceite con la frecuencia que exige una carrera como esta.
Y es que fue el equipo de Porsche el que nos enseñó la diferencia entre el aceite de un coche que había parado ya en boxes con el aceite totalmente limpio y listo para lubricar el motor en condiciones. Lo cierto es que el primero estaba totalmente oscuro, algo normal si tenemos en cuenta al nivel al que rinde un motor de Le Mans, y es por ello que deben proporcionar una sustitución rápida con un aceite de calidad como es el caso de Mobil 1.