El corazón de la máquina es uno de los atributos que da, normalmente, un alto porcentaje del carácter de un vehículo. Algunos motores no pueden separarse del coche para el que nacieron, mientras que otros trascienden generaciones y modelos.
Motor V6 Busso Alfa Romeo
Entre 1979 y 2005, este motor hizo las delicias de los amantes del motor. 26 años en los que revolucionó la industria gracias a la mano del ingeniero Giuseppe Busso. La inclinación del bloque V6 suele necesitar 120º para un balance correcto, pero el Busso utilizaba solo 60º gracias al uso de flying arms entre los cojinetes del cigüeñal.
El paso de los años permitió al Busso crecer de los 2 litros de cilindrada y 130cv iniciales, hasta los 3.2 litros y 250cv. Precisamente todo ese tiempo en el mercado y su evolución lo hacen un imprescindible en tu garaje, si lo que buscas es un clásico italiano.
Motor Alfa Romeo 156 2.5 V6 24V
Motor V10 Lexus LFA
La música que genera habla por sí sola de este motor creado por Toyota en colaboración con Yamaha. Supuso un golpe en la mesa por parte de la marca japonesa.
El bloque 1LR-GUE tiene una cilindrada de 4.805cc con un diámetro y una carrera de 88 y 79 mm, respectivamente. Cuenta con un ángulo de inclinación de 72 grados para equilibrar las fuerzas del movimiento del pistón.
Subía tan rápido de vueltas que tuvieron que instalar un cuentarrevoluciones digital para que la aguja se moviese a tiempo. Hasta 570cv, ponía el coche de cero a cien en 3.7 segundos. Los ingenieros llamaron su sonido: El rugido del ángel.
Lexus LFA sin carrocería
Motor 6L 3.2 BMW M3 E46
Si los motores de 6 cilindros en línea tienen algo bueno, es el equilibrado. Al igual que con los motores bóxer, el movimiento de pistones y bielas son simétricos respecto a su eje transversal. Y eso significa ausencia de vibraciones. Pero, ¿por qué este motor en concreto?
Se trata de un motor nacido en los circuitos. El S54B32 tiene un régimen de potencia máxima cercano a las 8.000 rpm, con una gran facilidad para subir de vueltas. Su sonido es espectacular y el mismo año de su lanzamiento en 2001, impresionó tanto, que se llevó el premio a Motor del Año absoluto.
Salió de la fábrica con trompetas de admisión. Una por cilindro. También monta un sistema de distribución variable hidráulico Doble Vanos, que le permite tener unos bajos y medios alegres, a la vez que un alto régimen genial. Estamos ante un motor que, en la versión montada en el CSL, era lo más parecido a llevar un corazón de competición bajo el capó por aquella época de su lanzamiento.
