El Mercedes 190 E 2.5-16 Evolution II es un coche muy especial. Es un coche que pertenece a un selectísimo grupo de coches, coches de calle creados con el único objetivo de que sus homólogos de competición pudieran correr en sus respectivas series. Coches como el Audi Quattro Sport, el Renault 5 Turbo «culo gordo» o el Lancia Stratos Stradale. En los años ochenta estos coches tuvieron una era dorada, con el Grupo A, y concretamente con el DTM. De aquella época dorada nacieron coches como los BMW M3 Evolution o el coche que nos ocupa, el Mercedes 190 E más deportivo de la historia.
En 1990, Mercedes ya lleva años batallando con BMW y Audi en el DTM alemán, y todas las marcas estaban tratando de mejorar sus coches de carreras. Para la temporada 1990, Mercedes estrenó el 190 E Evolution II de competición, una berlina de 373 CV de potencia con la que seguir plantando cara a sus rivales. Para poder legalizar su situación de cara a la FIA, necesitaba producir y vender al menos 500 unidades de su versión de calle. Así nacía el exclusivo y carísimo Mercedes 190 E 2.5-16 Evolution II de calle. Fue presentado en el Salón de Ginebra del año 1990, hace exactamente 30 años.
Su precio en el mercado alemán era de 115.259,70 marcos, un precio tres veces más caro que un Mercedes 190 E 1.8 de acceso y 109 CV. Y es que el Evolution II apenas compartía con los 190 E más básicos su plataforma y elementos interiores. Bajo el capó estaba la última evolución del motor M102, cuya culata de 16 válvulas había sido hace años desarrollada por Cosworth. Gracias a pistones más ligeros, una carrera de pistones más corta y un diámetro más grande, este motor podía girar hasta a 7.700 rpm, desarrollando una potencia máxima de nada menos que 235 CV. Casi 100 CV/litro en un atmosférico de hace 30 años.
Además, el coche ya estaba catalizado, por lo que el incremento de potencia con respecto al Mercedes 190 E 2.5-16 Evolution era aun más meritorio. Sobre el papel, asociado este motor a un cambio dog-leg de cinco relaciones, esta berlina deportiva hacía el 0 a 100 km/h en solo 7,1 segundos y tenía una velocidad punta limitada a 250 km/h. Era un coche de muy altas prestaciones, y su dinámica estaba a la altura de sus prestaciones. Posiblemente hoy sería considerado un coche «blando», pero en la época fue muy valorado su paso por curva y su comportamiento neutral y predecible al límite.
Pero sin duda alguna, el Mercedes 190 E 2.5-16 Evolution II pasó a los anales de la historia gracias a su espectacular diseño. Un diseño en el que el protagonista era el kit aerodinámico del coche, con grandes paragolpes, faldones deportivos y un enorme spoiler trasero ajustable, que sería equipado prácticamente sin cambios por los coches de competición. Sus llantas de 17 pulgadas y sus asientos deportivos de cuero también aportaban un toque de distinción al conjunto, del que solo 502 unidades fueron fabricadas. 500 coches fueron vendidos al público, y dos siguen en propiedad de Mercedes.