Seguro que en las últimas semanas, si has leído Diariomotor en alguna ocasión, has podido informarte acerca de la próxima llegada de vehículos con paneles solares: coches eléctricos que, gracias a la presencia de paneles solares en diferentes partes de su carrocería, permiten recargar en mayor o menor medida sus baterías proveyendo de «autonomía gratis» a sus conductores. Es el caso del Lightyear 0, un coche eléctrico que podrás comprar a finales de año, pero ¿sabías que hay coches con paneles solares que se lanzaron al mercado hace años?
Instalar paneles de células fotovoltaicas en los techos de los coches parece, a priori, una solución completamente lógica: de media nuestros coches se pasan más de 20 horas al día parados, y buena parte de los coches matriculados en países como el nuestro estacionan siempre al aire libre, lo de que les convierte en elementos idóneos para que puedan recibir luz solar y transformarla en electricidad mediante paneles solares.
Sin embargo, si tenemos en cuenta que la inmensísima mayoría de coches que se han vendido hasta hace apenas un puñado de años contaban únicamente con un motor de combustión, toda esa energía eléctrica generada de poco serviría, ¿verdad? Bien, pues varios fabricantes probaron suerte utilizando paneles solares en sus coches de producción. Aquí tienes cuatro ejemplos, e incluso uno que actualmente puedes adquirir.
1. Audi A8 (D3)
La segunda generación del Audi A8 se caracterizó, ya desde el inicio de su comercialización, por ser uno de los vehículos más avanzados que jamás se hubiesen comercializado. Tanto es así que Audi daba la posibilidad de instalar, por algo más de 2000€ de hace 20 años, un techo solar que sustituía el cristal por un panel con células fotovoltaicas. ¿Cuál era su función? Básicamente impulsar un ventilador independiente para reducir la temperatura del habitáculo cuando el vehículo se estacionaba al sol.
La desventaja de este sistema era, básicamente, que perdías la posibilidad de contar con techo de cristal y además añadía peso en la parte más alta de la estructura, lo que afectaba al centro de gravedad del coche.
2. Volkswagen Passat (B5.5)
El Volkswagen Passat de principios de los años 2000, generación B5, ha sido uno de los Passat más redondos siendo, además, el último en utilizar motores en posición longitudinal. Con la llegada del restyling del Passat B5, denominado internamente B5.5, llegaron también una serie de innovaciones técnicas como los faros bixenón o el protagonista del artículo, el techo solar con células fotovoltaicas, cuya función era la misma que la del Audi A8 que acabamos de repasar: ventilar el habitáculo cuando el coche se tiraba horas y horas al sol sin que fuese necesario que éste estuviera arrancado.
3. Mercedes Clase E (W211)
La tercera generación del Mercedes Clase E llegó al mercado a finales de 2002 con el firme propósito de convertirse en una de las berlinas premium de referencia: no lo tenía fácil, ya que la competencia apretaba y la tecnología avanzaba muy rápido, pero Mercedes decidió dotar a su Clase E (código interno W211) con una carga tecnológica de aúpa, con elementos como la suspensión neumática, el sistema de frenado activo SBC, el sistema de entrada y arranque sin llave o un techo solar panorámico de cristal…que además incluía un pequeño panel fotovoltaico.
En este caso el Mercedes utilizaba la energía generada por el panel para producir energía eléctrica y alimentar a los elementos auxiliares de la red eléctrica interna, con el punto a favor de que los ocupantes no perdían el beneficio en cuanto a sensación de amplitud y luminosidad que aporta un techo de cristal. Eso sí, no era una opción económica ya que sobrepasaba los 2000€.
4. Nissan Leaf (ZE0)
La primera generación del Nissan Leaf se ha convertido, por derecho propio, en uno de los coches eléctricos más importantes de la historia del automóvil. Y es que su lanzamiento, en 2010, supuso la primera incursión masiva del coche eléctrico en muchos mercados, de forma que en los 7 años de comercialización se despacharon más de 300.000 unidades a nivel global. En 2017 llegó su sucesor, una segunda generación mucho más madura tanto a nivel técnico como de diseño.
La primera generación del coche eléctrico de Nissan contaba con un pequeño panel solar en el spoiler del portón del maletero en sus versiones más equipadas que, pese a su pequeño tamaño, permitía proporcionar electricidad a la red de 12 voltios con la que proveer de corriente a los diferentes elementos de confort del vehículo (radio, luces, elevalunas…). Esta idea, sin embargo, fue desechada en la segunda y actual generación del Leaf.
Bis: Toyota Prius Solar
El Toyota Prius es toda una institución en esto de la electrificación: uno de los pioneros en la hibridación del mundo del automóvil, llegó al mercado en 1997, hace ya 25 años. Con el paso del tiempo la receta ha ido mejorándose, hasta el punto de convertirse en un vehículo híbrido enchufable.
Una de las peculiaridades del Toyota Prius PHEV es que cuenta con una versión bautizada como «Solar» que, como ya habrás podido imaginar, equipa paneles solares en su carrocería. En este caso, todo el techo cuenta con placas solares que sirven para proporcionar energía eléctrica a la batería. Según la marca, dependiendo de las condiciones, puede sumar hasta 5 km diarios de autonomía eléctrica, aunque si el vehículo está en marcha, la energía generada sirve para recargar la batería de 12V.