Fue hace escasos días cuando surgió la motivación de escribir este artículo. Concretamente viajando por la autopista cuando, de repente, me adelantó un Hyundai Coupé. «Curioso coche», -pensé para mis adentros, «odiado por muchos, estigmatizado por otros cuantos y amado por unos pocos», -proseguí con mi monólogo interior-, «pero, ¿qué pasaría si hiciesen un segundo Hyundai Coupé a día de hoy?». Y es por ello que hoy quiero hablar, amigablemente, sobre 5 coches que están en el infierno automovilístico pero que merecían una segunda oportunidad.
Y es que fue el deportivo coreano el que abrió el grifo de un torrente de coches que, bajo mi clara obsesión por ser el Diógenes de los coches, son asiduos en mi carpeta de favoritos de los diferentes portales de ocasión. Así, al Hyundai Coupé se le unen otros ilustres vehículos como el Volkswagen Phaeton, el Renault Avantime, el Mercedes-Benz Clase R o el Audi S1.
El Hyundai Coupé, un deportivo con mala fama que hoy en día podría ser todo un reclamo
No os voy a engañar, yo también he tenido prejuicios con el Hyundai Coupé. Es un coche que estéticamente nunca me ha dicho nada, pero lo cierto es que es loable que una firma intentase abrir el sector de los deportivos a rasgos generales de la mano de un precio realmente interesante costando 16.250 euros.
¿Os imagináis un Hyundai Coupé en la actualidad? Y es que ya no solo estaríamos hablando de un diseño mucho más conseguido y de un habitáculo moderno y bien rematado, sino también de la posibilidad de que existiese una variante N. Y ya siendo fantasiosos, esta estaría protagonizada por el mismo cuatro cilindros de 280 CV que da vida a los i30 y Kona N, cifra que, para la ocasión y por cortesía de mi imaginación, se enviaría al eje posterior. Soy consciente de que hubo un amago por parte de Genesis Coupé, pero que creo que la reinterpretación actual por parte de Hyundai distaría bastante de ese coche más enfocado hacia el campo de los GT y no tanto al de los deportivos.
El Volkswagen Phaeton, o cómo el Bentley del pueblo estuvo a punto de tener continuación
Tampoco voy a mentir en este caso: el Volkswagen Phaeton me roba más de un suspiro. Y es que para mí tiene el encanto de ser tan discreto como un Passat pero en el fondo estar escondiendo, literalmente, a un Bentley Flying Spur. Acabados exquisitos, un confort de marcha sin precedentes y el loco e intenso deseo de Ferdinand Piëch eran los argumentos de esta berlina de lujo que tuvo como verdugo el olvido del público.
Lo que me rompe el corazón -pero a la vez me alegra- es que se llegó a materializar el proyecto de una segunda generación del Phaeton que sacó a la luz hace unos pocos meses la propia Volkswagen. Sin embargo, el miedo a que se repitiese la historia y que los gastos superasen a los ingresos hicieron que se descartase por completo la posibilidad de su producción.
El Renault Avantime, un incomprendido adelantado a su tiempo que, tal vez, tendría cabida hoy en día
Para muchos el Renault Avantime es una total desfachatez; para mí -y para mi compañero y amigo Dani Valdivielso, ex-propietario de uno- es una oda a esos tiempos en los que hasta las marcas generalistas se atrevían a llevar a cabo locuras de toda índole. Sin embargo, y tal y como indicaba el nombre del monovolumen coupé, se adelantó a su tiempo.
Pero, ¿qué pasaría si el tiempo correcto del Avantime fuese este que estamos viviendo? Nos encontraríamos con un concepto muy similar pero mejor trabajado para evitar los problemas estructurales y, seguramente, con cierto grado de «SUVerización» para encajar en los gustos actuales. Y por desgracia sin V6 en sus entrañas, dejando como opciones mecánicas propulsores híbridos de cuatro cilindros.
El Mercedes-Benz Clase R, un monovolumen de lujo que se atrevió a lucir una variante AMG
El Clase R es otro de esos coches que tengo la innecesaria necesidad -valga la redundancia- de poseer en algún momento de mi vida. Y viendo como las marcas han lapidado a los mnovolúmenes para sustituirlos por anodinos SUV de siete plazas, fantaseo también con la posibilidad de que existiese una segunda entrega de la apuesta alemana.
Y es que adaptado a la carga tecnológica actual de Mercedes-Benz -aunque mejorando sustancialmente los acabados contemporáneos- de la mano de un diseño más fino y elegante, el Clase R de segunda generación podría ser una solución plausible para aquellos que optan hoy en día por vehículos como el GLS o el BMW X7. Y además también con una variante AMG bajo el brazo por haciendo gala del V8 biturbo de 4.0 litros con cerca de 600 CV.
El Audi S1, un cohete de bolsillo que sería, desgraciadamente, demasiado caro
Cuando pienso en los utilitarios deportivos no puedo evitar acordarme del Audi S1 de primera generación, un de los máximos representantes de dicho segmento. Sin embargo, su éxito fue más bien modesto por culpa de un precio demasiado alto que hacía que sus potenciales clientes se decantasen por el Volkswagen Golf GTI o por el SEAT León Cupra.
Y misma situación se viviría con una segunda entrega de ese hipotético Audi S1. Estaríamos hablando de un coche que recurriría al mismo motor que el Golf GTI, es decir, un cuatro cilindros de 245 CV, pero con el problema de que implicaría un desembolso de seguramente más de 40.000 euros, alejándose drásticamente de rivales como el Hyundai i20 N o Ford Fiesta ST.
